Las aguas de los mercados siguen agitadas para Banco Popular. UBS ha enviado hoy a sus clientes un informe en el que rebaja el precio objetivo de la entidad y anticipa un futuro complicado a corto plazo, ya que tanto la opción de seguir en solitario como la de la fusión están repletas de dificultades.
El documento de UBS, al que ha tenido acceso Vozpópuli, es uno de los primeros que analiza en profundidad cómo encajaría la entidad todavía presidida por Ángel Ron (hasta que tome el relevo Emilio Saracho en febrero) con sus competidores españoles. Y para el grupo suizo, la operación sólo sería rentable para Bankia, aunque ve esta opción difícil porque el grupo nacionalizado está en proceso de fusión con BMN y porque dejaría su ratio de capital en un nivel muy reducido.
“Estratégicamente, es el banco con una mayor necesidad de diversificarse de las hipotecas (suponen un 60% de su activo). Financieramente, y a pesar de la necesidad de ampliar capital debido al incremento del 90% de los activos ponderados por riesgo (APRs), representaría una manera decisiva de emplear el exceso de capital que tiene Bankia y mejorar sus previsiones de rentabilidad”, explican desde UBS.
Esta es una opción que se baraja desde distintos frentes del sector financiero, ya que daría más rentabilidad y visibilidad a Bankia de cara a la recuperación de las ayudas públicas. Lo más complicado son los plazos, ya que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri no puede protagonizar operaciones corporativas hasta julio y está inmersa en las negociaciones por BMN.
La fusión de Bankia y Popular ayudaría al banco nacionalizado a mejorar su cartera de créditos y su rentabilidad
En cuanto a otros candidatos, UBS ni siquiera contempla a Banco Sabadell, dado el elevado volumen de activos problemáticos que tendría el nuevo grupo. Tras la opción de Bankia, también ve sentido para que se lo quedara CaixaBank, pero la opa sobre BPI hace que lo vea menos posible.
En cuanto a Santander y BBVA (que ya ha negociado esta operación), la entidad suiza cree que los gigantes bancarios españoles tendrían que ampliar capital, lo que le hace descartar la posibilidad.
Déficit de provisiones
Frente a estas posibilidades de que haya una operación a nivel español, UBS no ve con malos ojos la llegada de un comprador extranjero, que tendría “más tiempo para acomodar las provisiones pendientes”.
En esta línea, la entidad suiza cree que Popular tiene un déficit de provisiones de 1.900 millones de euros, que podría crear un agujero de capital de 2.400 millones. “Nuestras anteriores previsiones de la capacidad del banco para absorber las necesidades de provisiones eran demasiado optimistas, con las nuevas estimaciones mostrando menores ratios de cobertura (46% y no 50%) y capital (10% y no 10,8%) frente a los objetivos del equipo gestor para finales de 2016”, expone el informe.
“En un escenario en el que el nuevo equipo gestor opte por seguir como entidad independiente, ninguna de las dos soluciones posibles da opciones de recorrido al alza [para la acción] desde estos niveles. […] Ampliar las provisiones mantendría la rentabilidad permanentemente deprimida, limitando la creación de capital e incrementaría el riesgo regulatorio y un mayor coste para reducir los activos problemáticos”, añade.