El Banco de España no activará el colchón de capital anticíclico para los bancos domésticos españoles, según ha avanzado el gobernador de la institución, Pablo Hernández de Cos, durante el seminario 'Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía' organizado por la Universidad Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas Económicos (Apie).
El porcentaje del colchón de capital anticíclico (CCA) aplicable a las exposiciones crediticias situadas en España se mantiene el 0%. Su última actualización fue el pasado mes de marzo y en un par de días se publicará la decisión para el tercer trimestre de 2019.
Aunque Hernández de Cos justificó recientemente la activación de los colchones anticíclicos incluso sin evidencias de un crecimiento excesivo del crédito, pese a ser uno de los requisitos para su puesta en marcha según la regulación surgida tras la crisis financiera de 2008, el gobernador ha avanzado este lunes que esta activación no tendrá lugar en la próxima actualización, que se conocerá oficialmente dentro de dos días.
El CCA es un instrumento macroprudencial cuyo objetivo es reforzar la solvencia bancaria y suavizar el ciclo crediticio
El CCA es un instrumento macroprudencial cuyo objetivo es reforzar la solvencia bancaria y suavizar el ciclo crediticio, obligando a las entidades a acumular colchones de capital durante períodos expansivos, que puedan ser utilizados posteriormente durante las crisis.
Esta decisión de política macroprudencial se adopta en el marco de las competencias otorgadas al Banco de España por la Ley 10/2014 de ordenación, supervisión y solvencia de entidades de crédito, y por el Real Decreto 84/2015 y la Circular del Banco de España 2/2016, que la desarrollan.
Por otro lado, Hernández de Cos ha sostenido que los tipos de interés negativos del Banco Central Europeo (BCE) tienen un efecto neto positivo para las entidades financieras, ya que pese a que reducen el margen de intereses también fomentan el crecimiento del crédito, lo que redunda en la rentabilidad de los bancos.
El gobernador del Banco de España ha reconocido que los tipos bajos reducen el margen de los bancos, pero ha asegurado que al mismo tiempo mejoran el volumen de crédito y la capacidad de pago de los prestatarios.
La política monetaria responde a la situación macroeconómica y lo que vaya a suceder con posterioridad dependerá de evolución macro y de la inflación"
"El efecto de todo eso todavía consideramos que es positivo. Creo que hay que entender que la política monetaria responde a la situación macroeconómica y lo que vaya a suceder con posterioridad dependerá de evolución macro y de la inflación", ha señalado.
En un contexto de alta incertidumbre en la economía global por las tensiones comerciales, el brexit o las incertidumbres geopolíticas, que han afectado negativamente a la economía europea, Hernández de Cos ha señalado que el BCE "estará dispuesto a actuar en caso de que fuera necesario" y que para ello cuenta con un "arsenal de instrumentos de política monetaria".
Retrasar la subida de los tipos de interés
Por su parte, el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha apuntado que la previsión en el entorno europeo no es de bajar los tipos de interés, sino de retrasar su subida, que mantiene a la banca en un "entorno difícil" en cuanto a la rentabilidad y que ha llevado al sector a una gestión "muy enfocada en la eficiencia".
"Gracias a eso hemos logrado buenos niveles de rentabilidad, que es muy complicado hasta que no haya una subida de tipos", ha señalado Torres, quien ha recordado que las bajadas de tipos siempre se hacen "con un sentido de gestionar el crecimiento económico".
En cuanto a la posibilidad de que el retraso en la subida de tipos "apriete" a alguna entidad financiera que opte por fusionarse con otra, Hernández de Cos ha reiterado que el Banco de España no decide sobre este tipo de operaciones, sino que es reponsabilidad de los accionistas de las entidades.
"Son una opción, evidentemente. Ha pasado en el pasado y es posible que suceda en el futuro, pero son las entidades quienes deben decidirlo. El papel del supervisor es analizar que el proceso de fusión da lugar a una entidad que es solvente y que tiene un régimen de gobernanza adecuada", ha apostillado.