El Banco de España ha publicado un documento de trabajo sobre cuáles son los sectores más sistémicos para la economía española, es decir, aquellos que en caso de sufrir una perturbación serían más dañinos para las cuentas del país, y ha concluido que el sector eléctrico sería el más perjudicial en caso de atravesar una crisis.
Después de desgranar un análisis detallado sobre cómo se propaga un shock de un sector al resto de la economía mediante la oferta y la demanda, el supervisor destierra la idea preconcebida de que el sector financiero es el que tiene más capacidad de arrastrar la economía del país y explica porqué es el eléctrico el más peligroso.
Para llegar a esta conclusión los autores del documento estudian el efecto multiplicador (en producción, empleo y valor añadido) que tiene en la economía un incremento o una caída de la producción en cada sector, en función también de cómo se propague (de proveedores a clientes -oferta- o de clientes a proveedores -demanda-).
Precisan que "si todos los sectores experimentaran un shock unitario, el impacto agregado podría ser mayor" y a la hora de comparar entre sectores tienen en cuenta también que el efecto contagio en el resto de la economía es superior en aquellas áreas de actividad que funcionan como "proveedores intermediarios a otros sectores", como es el caso de la electricidad.
Esta es la razón principal por la que el sector eléctrico es el más sistémico. "La electricidad representa un input importante para la mayoría de actividades, especialmente para las relacionadas con las manufacturas", explican.
Mayor peso relativo que en otros países
Otra razón está en que "las industrias manufactureras muy dependientes de la electricidad, como la manufactura de metales o de productos químicos o de la electricidad per se, tienen multiplicadores muy superiores en España que en otros países europeos", explican, lo que se debe o bien a que la electricidad es más cara en España o a que las industrias son más ineficientes en términos de consumo de energía eléctrica.
La idiosincrasia propia del esquema económico español también tiene que ver, ya que mientras la electricidad y sus industrias dependientes tienen un peso relativo superior, hay otras como la agricultura, las finanzas y los seguros que presentan "multiplicadores más bajos que en otros países europeos como Alemania o Francia".
También son inferiores los multiplicadores de actividades de administración, legales o de contabilidad. "La industria española depende poco de este tipo de servicios".
El sector primario, el menos preocupante
Además de la electricidad, lideran los sectores sistémicos el comercio al por mayor (exceptuando la venta de vehículos), almacenaje, manufacturas de productos alimenticios y bebidas, y actividades inmobiliarias. En todos estos casos el contagio se produce a partir de un shock que procede del lado de la oferta (caída de la producción), explican.
Son también sistémicos, pero por el lado de la demanda, la manufactura de metales, papel, madera y de minerales no metálicos.
Por el contrario, las actividades que se enmarcan o son cercanas al sector primario (pesca, minería, actividades forestales, etc.) son las que tienen un menor efecto multiplicador, porque no son utilizadas de forma intensiva por otros sectores, con lo que una crisis propia no afectaría tanto al conjunto del país.
"Es interesante que la actividad con el multiplicador más bajo corresponde a la investigación científica y el desarrollo, lo que sugiere que las industrias españolas invierten muy poco en actividades de I+D", añaden.