El Banco de Inglaterra ha alertado de la posibilidad de que la falta de un acuerdo sobre el Brexit pueda derivar en riesgos para la estabilidad de mercado, aunque ha insistido en que la mayor parte de los riesgos para la estabilidad financiera ya se ha solventado.
En un informe publicado este viernes, el instituto emisor británico ha explicado que la mitigación de riesgos en relación con la provisión de servicios financieros transfronterizos reflejan "las extensivas preparaciones hechas por las autoridades y el sector privado durante varios años".
Sin embargo, ha alertado de que estabilidad financiera no es lo mismo que estabilidad de mercado o que evitar interrupciones para los usuarios de esos servicios financieros. "Podría surgir cierta volatilidad de mercado e interrupciones para los servicios financieros, particularmente para clientes de la UE", ha alertado el organismo dirigido por Andrew Bailey.
El Banco de Inglaterra ha indicado que ciertos participantes del mercado podrían no estar listos para realizar operaciones bursátiles con contrapartes de la UE o en el propio bloque comunitario cuando la capacidad de los participantes de la UE para realizar operaciones con entidades británicas o en plazas financieras británicas quede restringida. "Esto podría reforzar la volatilidad de mercado", ha apostillado.
El supervisor financiero ha explicado que, de acuerdo al estado actual de las negociaciones, las empresas europeas sujetas a la obligación de negociación de derivados de la UE no podrán negociar con ciertas clases de derivados, como los 'swaps' de tipos de interés o los 'swaps' de incumplimiento crediticio en parqués británicos. Lo mismo pasará con las empresas sujetas a legislación británica en las plazas financieras europeas.
De esta forma, y de acuerdo a los cálculos del Banco de Inglaterra, cerca de 200.000 millones de dólares (164.887 millones de euros) de 'swaps' de tipos de interés que se negocian cada día en el Reino Unido están sujetos a la normativa de obligación de negociación de derivados. La parte que esté sujeta a la normativa europea tendrá que trasladarse a plazas financieras europeas.
En lo que respecta a las entidades bancarias, la autoridad monetaria se ha mostrado confianza en su resiliencia. A cierre del tercer trimestre de este año, los principales bancos británicos registraban una ratio de capital Tier1 del 15,8%, el triple que el que registraron al inicio de la crisis financiera global de 2008.
De acuerdo con sus estimaciones, los principales bancos del país pueden absorber pérdidas crediticias de 200.000 millones de libras (217.103 millones de euros), una cifra mucho mayor que las estimaciones más pesimistas del propio Banco de Inglaterra.