Las entidades españolas cuentan con una capacidad de absorción de pérdidas que supera en 28.600 millones de euros a los 'números rojos' esperados en el peor de los escenarios descrito por el Banco de España (BdE) hasta 2015 en su análisis para medir la solvencia de la banca.
En el último informe de estabilidad financiera, el supervisor facilita estos datos sobre el ejercicio de análisis prospectivo de la sensibilidad de la solvencia de la banca española ante diferentes escenarios macroeconómicos.
El Banco de España subraya que en dicho ejercicio, realizado sobre un total de 15 entidades, el resultado muestra una posición de solvencia en 2015 "bastante confortable". De hecho, estima que el ratio de capital de máxima calidad alcanzaría el 11,3% en dos años en el escenario base y se quedaría en un mínimo del 10,2% en el adverso.
La banca tendrá que provisionar otros 5.000 millones
En su informe, el regulador que dirige Luis Linde estima que la banca española tendrá que realizar provisiones adicionales por un importe cercano a los 5.000 millones ante los nuevos criterios sobre crédito refinanciado. La cifra coincide con los datos adelantados en octubre por el Gobierno, que rebajó así los 10.000 millones en provisiones adicionales estimados en un principio.
El Banco de España incide en que esta cifra podría estar sujeta a cambios derivados de la segunda fase del proceso de revisión de refinanciaciones, ya que la banca remitió los datos definitivos el pasado 30 de septiembre. El supervisor aclara que estas provisiones serán asumibles por las entidades en sus cuentas de pérdidas y ganancias.
Tras la revisión de las reclasificaciones con el fin de homogeneizar estas carteras, el Banco de España calcula que el importe de activos normales dentro de refinanciaciones descendería de los 73.557 millones a 48.193 millones, en tanto que los dudosos se elevarían desde los 71.660 millones a los 92.224 millones. Los préstamos refinanciados clasificados como subestándar pasarían de los 37.218 millones a los 40.888 millones.
"Se produce una relevante reclasificación desde la categoría normal a dudosos", sentencia el Banco de España en un epígrafe dedicado a este tema. Así pues, se produce una "fuerte caída" de la cartera normal (35%), un "incremento moderado" en la categoría subestándar (10%) y un "aumento significativo" de la dudosa (29%).
En el segmento de promoción inmobiliaria esta reclasificación se observa de forma "más visible", puesto que los activos normales descienden más del 50%, mientras que para el resto de sectores la caída se queda en un tercio.