El Banco de España enviará inspectores a las sucursales bancarias. La misión de estos 'hombres de negro' será la de detectar posibles incumplimientos de los protocolos de comercialización de productos financieros para evitar otro escándalo como el de las preferentes. Una medida que complementa la decisión tomada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en abril pasado. Entonces la institución presidida por Elvira Rodríguez decidió enviar visitadores a las sucursales para que se hicieran pasar por clientes con el objetivo de ver cómo les atienden y les asesoran. A diferencia de los 'espías' de la CNMV, el personal del Banco de España no acudirá de incógnito a las sucursales.
El organismo que preside Luis María Linde reestructurará el Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones, creado el año pasado, con el objetivo de añadir la nueva División de Supervisión de Conducta de Entidades y, dentro de ella, la nueva Unidad de Vigilancia e Inspección. Ambas divisiones podrán llevar a cabo actuaciones parecidas a las que realizan los inspectores del Banco de España que vigilan la solvencia de las entidades. Es decir, podrán realizar inspecciones en situ, tanto en los servicios centrales como en las oficinas, requerir información añadida y proponer medidas correctoras cuando identifiquen comportamientos no correctos.
El Banco de España reconoce que esta iniciativa se explica por "la creciente relevancia e impacto social que tiene la relación de las entidades financieras con sus clientes". En particular la laxitud de controles que permitió a la banca la venta de productos financieros complejos (como las preferentes) a los clientes minoristas sin las debidas advertencias sobre los riesgos han provocado un fuerte revuelo social y una cierta desafección de los ciudadanos con las entidades financieras y sus controlores. La puesta en marcha de esta medida se produce en un momento de cambio de tendencia inversora de los pequeños clientes hacia productos de más riesgo y más rentables por el hundimiento de las remuneraciones de los depósitos.
Esta decisión complementa la creación del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones el pasado mes de junio, cuyo objetivo era dar un tratamiento unitario a las competencias del Banco de España en materia de conducta de mercado, transparencia informativa, buenas prácticas, publicidad, información a consumidores, educación financiera, resolución de conflictos y otras similares.
A lo largo de los próximos días se definirá las funciones y el número de componentes de esta nueva división. En el caso de los inspectores de la CNMV sus conclusiones deberían servir como "prueba" en la apertura de posibles expedientes. El objetivo de esta iniciativa es doble: supervisar cómo se produce realmente la transmisión de información al cliente, especialmente la información verbal, y comprobar el grado de conocimiento de los productos ofrecidos por parte del personal de la red comercial de las entidades.
De este modo, la Comisión pretende dar un impulso a la supervisión preventiva para evitar que se produzcan en el futuro polémicas como la ocurrida con la venta de participaciones preferentes a clientes minoristas.
Este tipo de trabajo de campo ya se realiza en diferentes países europeos como Francia, Reino Unido, Bélgica y Holanda. Las características y el alcance de estas inspecciones varían según el país, aunque en la mayoría de los casos sus efectos jurídicos son menores y sirven sobre todo a los supervisores para actuar de forma preventiva gracias a la cantidad de información que les proporcionan las visitas.