Los grupos bancarios que operan en España obtuvieron un beneficio neto conjunto de 19.524 millones de euros en 2022, un 12,5% más que el año anterior, ha informado este lunes la Asociación Española de Banca (AEB). Esta mejora en el resultado se debe al incremento de los ingresos procedentes de la actividad típica bancaria, "que sostiene los costes de estructura, un significativo aumento de las provisiones por insolvencias y el crecimiento del gasto por impuestos". Así lo ha explicado este lunes en una rueda de prensa la presidenta de la Asociación, Alejandra Kindelán, que ha añadido que un 42% del resultado antes de impuestos procede de la actividad de estas entidades en el exterior.
Los créditos concedidos por estas entidades alcanzaron un máximo histórico y sumaron 1,7 billones de euros tras crecer un 7,1% frente al año anterior. En España, el saldo crediticio creció un 5,5%, en un entorno "impactado por los acontecimientos geopolíticos", que han contribuido a un "intenso aumento de la inflación y a la vuelta a la normalidad de la política monetaria de los bancos centrales", ha añadido.
Pese a la complejidad del entorno, la morosidad se mantuvo en el 3,4%, su nivel más bajo desde la crisis financiera, con una tasa de cobertura del 70 %, cerca de máximos, ha explicado. Las entidades de la AEB "redoblaron" su apoyo a familias y empresas el año pasado, con un aumento de la financiación de 113.000 millones de euros, que fue "clave" para impulsar el progreso económico y social en los países donde operan y desarrollan su modelo de banca comercial minorista, caracterizado por el fuerte peso de los préstamos y los depósitos de los clientes.
En cuanto a la solvencia, el ratio de capital de máxima calidad (CET1) mejoró hasta el 12,3%, "muy por encima" de las exigencias regulatorias y supervisoras, explica la AEB. La ratio de eficiencia se situó en el 46,4% y la rentabilidad (ROE) cerró el pasado ejercicio en el 10,95 %, ambos indicadores "mejores que la media europea".