La economía pierde fuerza, pero algunos sectores, como el inmobiliario se mantendrán fuertes. Es una de las conclusiones que se puede sacar del informe ‘Situación Inmobiliaria España’ elaborado por el servicio de estudios del BBVA (BBVA Research). En concreto, el banco espera que la venta de viviendas crezca un 6,5% el año que viene y que el precio dela vivienda aumente cerca del 3,5%.
Este año las ventas crecerán incluso más y acabarán el ejercicio con un incremento del 10%. Los precios, en cambio, cerrarán con una subida del 2,5%. Los precios se recuperan así de la caída de cerca del 40% que sufrieron durante la crisis y vuelven a los niveles de 2004. En cualquier caso, la evolución de estos dos parámetros será muy desigual en términos geográficos, incluso con algunas correcciones en determinadas zonas.
Estos años de crecimiento en la venta de viviendas se trasladarán directamente a la actividad constructora. Así, la firma de visados crecerá un 40% y un 25% en 2016 y 2017, respectivamente, de forma que 2017 puede concluir con la firma de casi 90.000 visados para la construcción de viviendas, un nivel muy elevado si se compara con los poco más de las 34.000 viviendas que se visaron en 2014.
A partir de estos datos, el banco concluye que, por segundo año consecutivo, el segmento residencial del sector de la construcción contribuirá positivamente al crecimiento de la economía. En concreto, la inversión en vivienda crecerá en 2017 ligeramente por encima del 3%, lo que aportará casi dos décimas al crecimiento del 2,3% que se espera para el conjunto de la economía española.
Las expectativas del sector y la evolución del empleo y la renta de las familias explicarán la resistencia del sector
¿Por qué el sector va a resistir bien la desaceleración? Porque las expectativas del sector están evolucionando favorablemente y se pueden convertir en una importante palanca los próximos años. Y porque la moderación del PIB no se va a traducir en destrucción de empleo o caída de las rentas de las familias, sino en un menor crecimiento de lo esperado. Es decir, que el año que viene se seguirá creando empleo y la renta de las familias seguirá creciendo, dos elementos fundamentales para la compra de vivienda.
Además, otro indicador determinante para la demanda residencial, la financiación, se mantendrá sin grandes cambios, puesto que se espera que el año que viene se mantenga la estabilidad de tipos y los niveles bajos que se anotan actualmente. Por eso, BBVA Research se atreve a decir que, en términos generales, la recuperación del sector inmobiliario está consolidada. Y en los próximos años seguirá avanzando hacia su normalización.