El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha reconocido que después de la subida de tipos del próximo 21 de julio podría venir una mayor a 25 puntos básicos en septiembre si "las perspectivas empeoran". Así lo ha confirmado durante una rueda de prensa realizada en el marco de los cursos de verano organizados por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.
De Guindos ha asegurado que el BCE seguirá con su plan de evitar la fragmentación de los mercados de deuda. El objetivo es impedir que se eleven las primas de riesgo y se produzca un efecto contagio a los mercados de crédito y renta fija y, finalmente, a la economía real.
El banquero ha recordado que el BCE en este momento está trabajando en esa herramienta, pero también ha puesto en marcha el proceso de reinversión del programa de compras antipandemia, conocido como el PEPP, que durará hasta 2024. "Nuestro objetivo primario es la estabilidad de precios", ha destacado.
El BCE busca evitar la subida de precios
No obstante, el representante del BCE ha advertido que la meta final es luchar contra los niveles de inflación actuales, que preocupan y esperan se estabilice en 2024. Asimismo, ha afirmado que la política monetaria tiene que ir acompañada de una política fiscal, que tiene que ser diferente a la que ha habido hasta el momento.
Luis de Guindos ha agregado que si el plan de fragmentación funciona correctamente será una buena noticia porque la política monetaria tendrá más margen de actuación, lo que hace pensar que es probable que se produzcan subidas más rápidas o más abruptas.
