Un grupo de jóvenes llega al puerto de Palma de Mallorca, despliega unas pancartas, enciende unas bengalas frente a los yates de lujo y tira confeti a los clientes de un restaurante del puerto. Es la penúltima acción "contra el turismo masivo que destruye Mallorca" por parte de Arran, un grupo de la la izquierda independentista catalana afín a la CUP, que este martes ha utilizado su cuenta de Twitter para difundir las imágenes.
https://twitter.com/Arran_jovent/status/892320900200222720
En San Sebastián, los antes cachorros de ETA y bien acostumbrados a los altercados callejeros, llenan de pintadas la capital de Gipuzkoa solicitando a los turistas que abandonen la ciudad. Las calles de su Parte Vieja están repletas de frases en inglés con el lema: "Tourist, go home". La cosa no se queda ahí, en algún 'exceso' de ímpetu antiturítico incluso de invita a "incinerar" a los visitantes de la localidad más turísticas del País Vasco y que está especialmente de moda por su aparición en la serie Juego de Tronos.
Además, según informa el diario El Mundo, la Ertzaintza investiga el sabotaje sufrido por un hotel situado en un barrio donostiarra el pasado 1 de Mayo. El temor no acaba ahí, la policía vasca y las instituciones locales temen que la temida 'kale borroka' actúe en una manifestación convocada contra el turismo el próximo jueves 17 de agosto, en plena Semana Grande de San Sebastián.
Todos estos ataques, que se unen a los sufridos por los autobuses turísticos o las bicicletas urbanas de Barcelona, dañan la imagen de españa como destino tranquilo que acoge este año el que se prevé mayor número de turistas de su historia. Aunque es cierto que esa masificación genera problemas en lugares puntuales, principalmente en el centro de las grandes capitales, el sector servicios vinculado al ocio y las vacaciones es el gran puntal de la economía española.
Por ello, las autoridades ya están reaccionando. Así, la directora general de Turismo de Baleares, Pilar Carbonell, ha manifestado este miércoles su rechazo al ataque sufrido en Palma de Mallorca. Según ha dicho, "esta claro que los ciudadanos tienen todo el derecho del mundo de expresar sus críticas" ya que es un "hecho perfectamente legítimo dentro de un sistema democrático". Sin embargo, ha señalado que lo que "no es legítimo de ninguna manera es poner en riesgo a las personas y los bienes materiales de otros".
Puig garantiza la seguridad
Así, el presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, ha asegurado, ante unas pintadas aparecidas en Peñíscola, hoy que "aquí no hay un problema" con la masificación turística que, a su juicio, pueda derivar en una situación conflictiva. Puig ha hecho estas declaraciones, recogidas por Efe, al ser preguntado por la posible extensión a su comunidad de acciones vandálicas como las protagonizadas por organizaciones de izquierda independentista contra la masificación turística en Barcelona, Palma o San Sebastián.
"Nuestra posición es evidentemente contraria a cualquier violencia, no hay ningún motivo para que se produzca", ha apuntado en rueda de prensa. "Garantizaremos la seguridad de todos los ciudadanos que opten por la Comunitat Valenciana para sus vacaciones, una de las mejores decisiones que pueden tomar", ha añadido. En su opinión, "aquí no hay un problema que tenga que tener esa derivada -en referencia a los citados ataques al sector turístico o actos de protesta- en ningún caso".