Primero el Banco de España, luego algunos servicios de estudios privados, como el BBVA, y finalmente el Gobierno. Todos están mejorando sus previsiones para España. Y era cuestión de tiempo que también lo hicieran los organismos internacionales. La Comisión Europea ha actualizado sus cifras y ha mejorado cinco y tres décimas las cifras que espera para España en 2017 y 2018: ahora cree que la economía crecerá un 2,8% este año y un 2,4% el año que viene.
En este escenario, la tasa de paro bajará al 17,6% y al 15,9%, gracias a un incremento del empleo del 2,3% este año y del 2,1% en 2018. Eso sí, no se cumplirán los objetivos de déficit. El desfase se quedará en el 3,2% este año, una décima por encima de lo pactado, y en el 2,6% el año que viene, cuatro décimas por encima del objetivo.
¿Por qué ha mejorado las previsiones la Comisión? Pues, como el resto de los organismos, por la buena evolución que ha registrado la economía española en el primer trimestre. Y es que el PIB ha sorprendido a casi todos entre enero y marzo: Creció un 0,8%, una décima más que lo registrado en los dos trimestres inmediatamente anteriores, lo que hizo caer en saco roto todas las alarmas de desaceleración.
Las nuevas previsiones de Bruselas son algo más optimistas que las del Gobierno para este año, que espera que el PIB crezca un 2,7%. Sin embargo, el Ejecutivo siempre opta por plantear cifras prudentes y por ir mejorándolas poco a poco si la actividad se va comportando mejor. De hecho, muchos analistas ya dicen que el PIB puede volver a crecer cerca de un 3% este año.