Caixabank vuelve a reactivar el mercado de carteras de activos tóxicos con la venta del 'Proyecto Louvre' al fondo Tilden Park, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes financieras. Este paquete tiene un valor en el mercado de 400 millones de euros.
Cabe destacar, que del total, unos 200 millones de euros de las garantías inmobiliarias colocadas estaban ligadas a suelo procedente de Martinsa Fadesa, inmobiliaria declarada en concurso de acreedores en 2015 tras no poder refinanciar su deuda de 3.200 millones de euros.
Esta cartera es uno de los dos grandes paquetes de activos tóxicos que Caixabank ha puesto en venta este año de forma paralela a la fusión con Bankia. La segunda, 'Proyecto Heritage', está formada por créditos 'unsecured' valorados en unos 600 millones de euros, es decir, sin garantía colateral y ligados al consumo y de pyme.
La entidad catalana no es la única que trabaja para aligerar su balance. De hecho, Bankia también ha puesto a la venta una cartera de activos 'unsecured' valorada en 200 millones de euros, tal y como adelantó este medio. La intención del banco también pasa por venderla antes de que cierre el año. Se trata de un conjunto de préstamos sin garantías inmobiliarias.
El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri se puso como meta en su último plan estratégico sacar de su balance entre 2018 y 2020 casi 9.000 millones de euros en créditos tóxicos. Sólo en 2018 el banco se liberó de unos 6.000 millones de euros. A cierre del tercer trimestre del año, la entidad ya había cumplido con dicho objetivo marcado para diciembre de 2020.
El sector espera que en el 2021 se produzca un nuevo repunte en la venta y compra de carteras de activos tóxicos por el coronavirus. Recientemente, el Banco Sabadell ha cerrado la venta del 'Proyecto Explorer', también al fondo Tilden Park, un viejo conocido en el mercado Español que ha regresado, al igual que lo ha hecho Metric, que según fuentes del mercado, está muy activo en busca de oportunidades.
La nueva Caixabank
Los accionistas de Bankia y CaixaBank ya han dado el visto bueno a la integración de ambas entidades, un paso muy relevante en el proceso de fusión. Ahora, la entidad resultante todavía tiene que recibir las autorizaciones por parte de las autoridades para materializar la fusión jurídica, que se producirá a lo largo del primer trimestre de 2021. Hasta entonces, los clientes y accionistas de ambos bancos no notarán ningún cambio que afecte a su día a día.
La entidad resultante de la integración contará con un volumen de activos totales superior a los 660.000 millones de euros y unas cuotas de mercado alrededor del 25% en España, dando servicios de alto valor a más de 20 millones de clientes.
En relación con la calidad del balance, la nueva Caixabank nace con el menor ratio de morosidad entre la gran banca española y con una de las mayores tasas de cobertura.