El Banco Santander ha comunicado a los sindicatos este martes un nuevo ajuste de plantilla que podría ascender hasta 3.700 empleados y un cierre de 1.100 oficinas. La cifra aún está en condicional porque se ha he pública en el segundo encuentro con los representantes sindicales, sin que se abra la mesa de negociación y sin el informe técnico, en el que se expone la cifra exacta, en qué ámbitos se producirá y en qué lugares se va a realizar.
De tomar como válida esta primera cifra, se sumaría a las ya 1.100 bajas que se realizaron en 2018 en el expediente de regulación de empleo (ERE). Sumadas, las dos negociaciones darían un total de 4.800 plazas de trabajo menos en año y medio, que suponen el equivalente a la mitad de la plantilla de Popular a cierre de 2017, cuando contaba con 9.184 empleados.
Esta cuenta no quiere decir que Santander vaya a despedir a la mitad de la plantilla del banco absorbido. De hecho, la entidad dirigida por Ana Botín ha reiterados en múltiples ocasiones que los despidos no respondieron ni responderán al color del banco en el que se trabaja. Es decir, que ser empleado de Popular no implica un despido seguro.
Aún así es llamativo que las sinergias producidas entre ambas entidades se salde con un número tan elevado. Santander se situaría como el tercer banco en recursos humanos en España y CaixaBank, que acaba de firmar un ERE de 2.000 personas, seguiría siendo la entidad con más trabajadores. Le seguiría BBVA muy de cerca con 30.388 asalariados. Sabadell cuenta con 26.047 empleados; Bankia, tras la integración con BMN y el pertinente ERE (300 personas) cuenta con 17.842 trabajadores. Bankinter se coloca a la cola con 4.790.
La nueva negociación
La reducción afectará principalmente a la red comercial y a sus estructuras intermedias de apoyo aunque también afectará a los servicios centrales, según informan fuentes sindicales consultadas por Vozpópuli.
Los 3.700 empleados suponen el 11% de la plantilla del banco en España y el número de sucursales alcanza el 25% de su red.
La reducción de plantilla tiene como objetivo recionalizar solapamientos, redundancias y las duplicidades existentes, una vez concluida la integración tecnológica de Popular y Santander.