La llegada a la presidencia de Caja Madrid obligó a Rodrigo Rato a desvincularse de Lazard. Una relación puesta ahora bajo sospecha por Anticorrupción. La normativa de la Ley de Cajas de la Comunidad de Madrid, de marzo de 2003, por la que se regía Caja Madrid, obligó al exvicepresidente del Gobierno a desvincularse del banco de negocios presidido por su amigo Jaime Castellanos. Sin embargo, Rato sorteó pronto la incompatibilidad que generaba la ley autonómica. Apenas dos meses después de sustituir a Miguel Blesa, Rato aterrizó en el consejo asesor internacional del Akbank, el gran competidor de BBVA, a través de Garanti, en el mercado turco, según confirman varias fuentes a Vozpópuli. Un movimiento desconocido también para el Banco de España.
Su fichaje contravino el artículo 6 de la Ley de Cajas madrileña que regulaba las atribuciones del presidente con funciones ejecutivas. En su punto 2 se explica que "el cargo de presidente ejecutivo deberá recaer en persona que reúna las condiciones de capacidad, preparación técnica y experiencia suficientes: se ejercerá en régimen de dedicación exclusiva, con arreglo al suelo que fije el Consejo de Administración, y será incompatible con cualquier otra actividad retribuida, pública o privada, salvo la administración del propio patrimonio y las actividades que ejerza en representación de la Caja o promovidas por la misma. En este último caso, los ingresos que obtenga, distintos a dietas de asistencia a consejos de Administración o similares, deberán cederse a la Caja".
Rato se incorporó al consejo asesor internacional del Akbank el 22 de marzo de 2010, apenas dos meses después de sustituir a Blesa al frente de Caja Madrid. El ex director gerente del FMI mantuvo en secreto esta situación para los consejeros de la antigua caja de ahorros, como aseguran varios de ellos a este medio, así como para el Banco de España, que únicamente tenía la labor de supervisión en las antiguas cajas, ya que el control dependía de las comunidades autónomas. De hecho, no aparece en ningún registro oficial, así como en informe alguno de retribuciones de consejeros, tanto de Caja Madrid como, posteriormente, de Bankia.
La pertenencia de Rato al consejo asesor internacional del Akbank también vulneró el reglamento de conducta interna de los consejeros de Bankia, reflejado en el informe de retribuciones de 2012. En el punto 7, el texto explica cuáles son las características de los contratos que vinculan a los consejeros ejecutivos con Bankia. Entre ellas aparece la obligación de no competencia. "Los consejeros no podrán dedicarse, por cuenta propia o ajena, al mismo, análogo o complementario género de actividad que constituya el objeto social de Bankia, salvo los puestos o cargos que puedan desempeñarse en otras compañías del Grupo", detalla el texto.
En ese mismo artículo, se explica que los contratos de los consejeros ejecutivos tienen una duración indefinida. Estos cuentan con un seguro de responsabilidad civil (en este caso con Mapfre) que incluyen la obligación para Bankia de contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra al consejero en el ejercicio de sus funciones. Precisamente, este seguro cubrirá los gastos de defensa de todos los señalados por el uso de las tarjetas opacas. Incluso, Miguel Blesa ha intentado, sin éxito, que la compañía de seguros afronte el pago de la fianza civil de 16 millones impuesta por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.
En la actualidad, Rato sigue manteniendo su cargo en el consejo asesor internacional del Akbank, como refleja la web del banco turco (pinchar imagen adjunta). La misión del economista español es colaborar en la estrategia de negocio a nivel global del banco turco, mediante el análisis de cuestiones financieras, macroeconómicas y políticas. El ex presidente de Bankia comparte reuniones con otros once destacados economistas como Josef Ackermann (presidente del grupo asegurador Zurich), Sir Winfried Bischoff (presidente de JP Morgan en Europa) o Jamid Biglari, actual vicepresidente y responsable de mercados emergentes de Citigroup, uno de los principales accionistas de esta entidad turca regida por la familia Sabanci.
Akbank ofrece servicios de banca corporativa y comercial y cuenta con una capitalización bursátil de 30.760 millones. Una cifra algo inferior a la de Garanti, el banco en el que participa BBVA, que cuenta con un valor en Bolsa de 35.028 millones, según datos de Bloomberg. Estas dos entidades son los dos mayores bancos en el mercado financiero del país euroasiático.
El informe de retribuciones de Bankia en 2012 también hace incompatible la presidencia de Rato con su cargo en el banco turco
Rato compagina su cargo en el Consejo Asesor Internacional del Akbank con el sillón en un órgano de idéntico nombre en el Santander. Emilio Botín, fallecido presidente del grupo con sede en Boadilla, volvió a repescar a Rato para este puesto en septiembre de 2013. En enero de ese año, el presidente de Telefónica, César Alierta, anunció que había decidido fichar al exministro para que se incorporara a los consejos asesores de la compañía en Latinoamérica y Europa. La compañía justificó el fichaje por "su experiencia y trayectoria" y con el objetivo de "reforzar la visión global de la compañía".
Más recientemente, hace apenas unas semanas, Rato ha dejado el consejo de administración de Servihabitat Servicios Inmobiliarios, la inmobiliaria de Caixabank, para ser asesor internacional de TSSP, una plataforma de inversión del fondo estadounidense Texas Pacific Group (TPG), en el sector del crédito.
El expresidente de Bankia mantiene estos consejos pese a estar imputado por los presuntos delitos de estafa, apropiación indebida, falsedad contable, delito societario y administración desleal a raíz de la quiebra de la entidad. A estos cargos se une, desde la pasada semana, su imputación por delito societario y apropiación indebida en la pieza separada de las visas opacas que también instruye el juez Andreu.