Nadia Calviño ha recogido el testigo de Román Escolano y ha lanzado a consulta pública el texto de anteproyecto de ley que pondrá en marcha el 'sandbox' español, un espacio de prueba para las fintechs.
Con este medida, que estará sometida a consulta pública hasta el 7 de septiembre, España busca convertirse en un referente en innovación financiera en Europa. Sólo en el continente Reino Unido cuenta con este espacio de pruebas y con su salida de la Unión Europea, España se podría posicionar como en cabeza para todas las empresas tecnofinancieras que quieran testear sus productos de manera segura.
El Ministerio ha explicado en un comunicado que existe un "consenso internacional" en considerar que este tipo de instrumentos puede ser de utilidad para todos los actores, pero especialmente para supervisores y legisladores en el ejercicio de sus funciones.
"Esta iniciativa responde a la convicción de que la transformación digital de la economía es un fenómeno de cambio estructural que exige una implicación activa de los poderes públicos garantizando que los cambios que se producen de manera ordenada y coherente con los principios y valores que definen el interés general", ha subrayado el Ministerio dirigido por Nadia Calviño.
En suma, la nueva regulación busca "favorecer el proceso innovador eliminando obstáculos y articulando cauces ágiles y transparentes de colaboración" entre autoridades públicas e iniciativa privada. Además, pretende preservar los principios configuradores de la política financiera: protección de los clientes, estabilidad e integridad de los mercados y utilización del sistema para fines lícitos.
Las fases
El primer paso de un 'sandbox' sería el pliego que sale en el BOE en el que se expone los requisitos que deberá tener la idea innovadora. El segundo paso es la evaluación de los candidatos ante un comité de la CNMV en la que se verán las propuestas.
La tercera, es la experimental, en la que se desarrollan las ideas con asesoramiento de la administración y se puede actuar sin estar sujeto estrictamente a la Ley.
La fase final será la evaluación del proyecto, en donde se verá si ha cumplido con los requisitos y puede obtener su licencia. A partir de ahí puede ocurrir dos cosas. Que se suspenda, o que se alargue más el proyecto porque el tiempo no ha sido suficiente.
Para que todo esto funcione, Hogan Lovells prevé que se tendrían que destinar unos 20 funcionarios para hacer que el 'sandbox' funcione correctamente. Desde el bufete aseguran también que los grandes bancos españoles están muy interesados en que este proyecto salga adelante, porque también les beneficia.
