Economía

Calviño toma el mando del impuesto a las energéticas para aprobarlo "cuanto antes"

Lidera el diseño del impuesto, que sigue al italiano, aunque con modificaciones de aspectos que no son de su agrado. Quiere acelerarlo para que pueda entrar en vigor en 2022 si es necesario

  • La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

La vicepresidenta primera para Asuntos Económicos, Nadia Calviño, está liderando los trabajos de diseño del impuesto a las energéticas que prepara el Gobierno, que quiere acelerar para que entre en vigor lo antes posible. Así lo trasladan fuentes próximas a la vicepresidenta sobre un trabajo que compete al Ministerio de Hacienda, en concreto, a la Dirección General de Tributos, su brazo legislativo.

Calviño está analizando los impuestos de otros países, especialmente el italiano. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya planteó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario que aprobó el Real Decreto-ley de medidas contra la guerra que el impuesto italiano es el espejo en el que se miran. La vicepresidenta apunta a que estudia los ejemplos de otros países pero admite finalmente que el ejemplo es el italiano, dado que Reino Unido ha anunciado la creación de este impuesto, pero no lo tiene en vigor.

Sin embargo, no se pretende trasladar el impuesto italiano tal cual -con los cambios preceptivos de un sistema jurídico a otro-. Según las mismas fuentes, Calviño está desechando algunos elementos del impuesto italiano que no le gustan.

La clave del impuesto italiano para la vicepresidenta es que grava los beneficios obtenidos por el alza de los precios de la energía, consigue esa precisión, que quiere replicar el Gobierno. En este sentido se venía pronunciando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sobre sus planes antes de que se anunciara oficialmente la medida.

En concreto, Montero advertía de que pretendía que este recargo se aplique sobre "un rendimiento real" porque "a veces el vehículo del Impuesto sobre Sociedades no es el que aporta el mayor rendimiento".

Hacienda tenía encima de la mesa un recargo en el Impuesto sobre Sociedades o la creación de un nuevo impuesto, aunque fuentes próximas a Tributos trasladaban que la fórmula más viable es el recargo. 

Finalmente ha ganado el nuevo impuesto, que puede enfrentarse a una avalancha de pleitos por retroactividad y doble imposición, lo que se intentará evitar discriminando los beneficios por el alza de precios de la energía.

Sobre la retroactividad hay varias posibilidades encima de la mesa. En una calculada ambigüedad, Sánchez no respondió el 25 de junio a la pregunta de si se van a gravar los beneficios de las energéticas de 2022, lo que una nota de Hacienda más tarde aclaró: se gravarán los beneficios de 2022 porque el impuesto se devenga el 31 de diciembre de 2022, pero en principio se pagará en 2023.

En principio. Según trasladan fuentes próximas a Calviño, el impuesto está "muy avanzado". La norma se quiere tramitar con celeridad para que entre en vigor "cuanto antes", según las fuentes citadas.

Si la coyuntura empeora y las presiones financieras y de la Comisión Europea se incrementan en otoño, el impuesto puede entrar en vigor en 2022.

Los ejemplos

La sala de máquinas del nuevo impuesto es la Dirección General de Tributos del Ministerio de Hacienda, que depende de la Secretaría de Estado de Hacienda y que cuenta con ayuda de la Agencia Tributaria y del Ministerio para la Transición Ecológica. Calviño supervisa los trabajos como vicepresidenta económica y en calidad de representante de España en cuestiones tributarias en la UE. Tanto Calviño, como su antecesor, Luis de Guindos, discuten las políticas tributarias españolas en los Eurogrupos y Ecofines, a los que no acude el Ministerio de Hacienda.

Italia aprobó en marzo un gravamen del 10% sobre la diferencia de los beneficios de las eléctricas entre el 1 de octubre de 2021 y el 31 de marzo de 2022 con respecto al mismo periodo del año anterior, siempre que sea superior a los cinco millones de euros, que elevó en mayo al 25%.

La propuesta, por detallar, del ministro de Hacienda del Reino Unido, Rishi Sunak -que este martes presentó su dimisión-, es sumarle un 25% al Impuesto sobre Sociedades para pasarlo del 40% actual al 65% durante tres años, a menos que antes de ese plazo los precios de la electricidad vuelvan a precios históricamente normales.

Incluye a las petroleras

Reino Unido apunta a todas las energéticas. El nuevo impuesto español, primero denominado 'a las eléctricas' afectará también a las petroleras. Hacienda contemplaba que así fuera, según avanzó Vozpópuli, posibilidad que ya se da por supuesto, según trasladan fuentes gubernamentales, e impactará en RepsolCepsa o Acciona.

La tramitación de este impuesto coincidirá con la negociación de los Presupuestos, en la que Podemos ya ha anunciado que va a insistir en la necesidad de realizar una reforma fiscal profunda, proyecto que de momento el Gobierno ha congelado ante la crisis que causa el alza de precios de la energía y la guerra en Ucrania.

Entre las reivindicaciones de los morados, la creación de un impuesto a las grandes fortunas y que el tipo mínimo de Sociedades del 15% en vigor desde enero afecte a todos los beneficios de las empresas. A la hora de determinar el tipo, cuando se estableció el mínimo del 15% se planteó que se aplicara sobre resultado contable, mucho más estricto, y no sobre base imponible. Pero desde Tributos se transmitió que este cambio es de difícil encaje en la configuración legal del Impuesto sobe Sociedades español. Finalmente, se articuló sobre base imponible. Lo que ahora Podemos quiere revertir.

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