"Vamos a hacer todo lo posible para que haya los más actores posibles y no sólo tengamos que depender de algunos en la subasta de Catalunya Caixa", sostenían fuentes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tras la venta de Novagalicia a Banesco. En definitiva, el fondo de rescate pretende huir de una puja nacional, lo que le obligaría a poner más dinero por la venta, con apenas tres actores: BBVA, Santander y Caixabank. El objetivo parece cumplido. El organismo que preside Antonio Carrascosa ha arrancado el compromiso tanto de bancos como de fondos internacionales para que estén presentes en el proceso, según confirman fuentes conocedoras de la operación.
Carrascosa, director general del FROB, ha mantenido diferentes 'road shows' con inversores internacionales en las últimas semanas. Desde principios de diciembre, los directivos del FROB han realizado diferentes presentaciones en la Citi londinense donde han mantenido entrevistas tanto individuales como en grupo con varias decenas de fondos en las que les han 'vendido' Catalunya Caixa. Tras estos primeros encuentros, los directivos del fondo comenzaron la ronda con los bancos extranjeros.
El FROB es consciente de que la situación de deterioro de Catalunya Caixa es superior a Novagalicia. Con un ERE en proceso, pero amenazado por una posible anulación por la Audiencia Nacional a lo largo de este febrero, un ritmo de desinversiones más lentas y con muchos casos aún por dar solución en los arbitrajes por las preferentes, fomentar el apetito extranjero es la única vía para evitar de nuevo un precio de venta negativo.
La ausencia de inversores internacionales centraría la puja por Catalunya Caixa únicamente entre la banca española. El FROB estima que esta situación hundiría el precio de venta de la entidad catalana. Sólo dos ofertas (Banesco y Guggenheim) no solicitaron esquemas de protección de activos (EPA) para cubrir la pérdida esperada (en el entorno de los 1.000 millones) por Novagalicia. Entre los bancos españoles, Caixabank hizo la mejor oferta, aunque sólo sirvió para situarse como tercera mejor puja por los gallegos.
“Yo estaría encantado que un banco extranjero pudiera comprar Catalunya Caixa, pero que sea un banco fuerte, porque te obliga a ti a ser más profesional y fuerte”, aseguró Francisco González, el pasado viernes, en la presentación de los resultados anuales de BBVA.
En el sector, sin embargo, se cuestiona la posibilidad de la presencia de algún actor extranjero en la subasta. “Los fondos han salido escaldados del proceso de Novagalicia. El FROB les prometió más de lo que realmente luego se plasmó”, explica otro alto ejecutivo, que se muestra convencido de la dificultad de que algún banco extranjero forme parte del proceso. “Sólo hay que ver quien vino a por NCG”.
Próxima apertura del proceso
Una vez vislumbrada la nómina de participantes en la puja, y prácticamente cerrada la 'due dilligence' financiera, laboral, fiscal y legal por Ernst&Young, el FROB confía en poder abrir en los próximos días (semanas) de manera oficial la puja por la entidad catalana, según confirmó este miércoles Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España y presidente del fondo de rescate en su comparecencia en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados.
N+1, el banco de inversión contratado por el fondo de rescate para promover la venta de CX, está también "identificando las contingencias (necesidades) y palancas de valor (puntos fuertes)" del banco. Restoy ha confirmado también que se contempla la posibilidad de iniciar "en paralelo la venta de alguna cartera de la entidad, siempre que ello incremente el retorno obtenido por el FROB".
Restoy ha recordado que la consultora McKinsey, a la que fichó como asesora, aconsejó al FROB vender el banco catalán "a corto plazo" para "minimizar el coste de la resolución de la entidad para el contribuyente". Una vez culminado el actual proceso de análisis de la entidad y del interés del mercado, el Estado pretende vender la entidad antes del verano.