Varios dirigentes independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se beneficiaron de las presuntas irregularidades cometidas en el ERE de Catalunya Caixa, que se desarrolló entre 2010 y 2011, y supuso la salida de 1.630 trabajadores. Estos líderes políticos tuvieron un papel destacado en la negociación y firma de este expediente de regulación de empleo que ha sido denunciado ante la Fiscalía General del Estado, como adelantó Vozpópuli el pasado viernes, y que permitió a alguno de estos directivos, consejeros y sindicalistas de la entidad catalana lograr presuntamente de forma irregular millonarias prejubilaciones que pueden ascender a 18 millones de euros.
Estos políticos ocuparon altos puestos en el antiguo organigrama de Catalunya Caixa, como miembros del Consejo de Administración y de la Comisión de Control de Caixa Tarragona, una de las entidades que quedó agrupada en la fusión de las cajas catalanas que dio lugar a CX. En todos los casos, su militancia en la formación independentista les facilitó la entrada, como representantes sindicales, en los órganos de gobierno de la entidad que recibió más de 12.000 millones de dinero público.
Desde esta posición, estos dirigentes, alguno de los cuales llegó a ser candidato suplente de ERC en las elecciones generales de 2011, se beneficiaron presuntamente de las condiciones del ERE cuando no tenían derecho a ello, con lo que lograron una millonaria suma en su salida de la entidad catalana.
Su militancia en la formación independentista les facilitó la entrada, como representantes sindicales, en los órganos de gobierno de la entidad
La denuncia, presentada ante la Fiscalía por extrabajadores de la antigua caja catalana, sostiene que este grupo de directivos se valió del ERE para prejubilarse con millonarias cantidades sin haber cumplido la edad mínima de 55 años recogida en el acuerdo social suscrito. Este ERE, que afectó a 1.630 trabajadores, se desarrolló cuando la entidad ya había recibido dinero público por importe de 2.968 millones del FROB, lo que significó su nacionalización.
Las presuntas irregularidades afectan al menos a 11 delegados sindicales, que salieron de la entidad sin cumplir las condiciones del ERE por la vía de prejubilación, ya que tenían entre 53 y 54 años. Cuatro de estos delegados firmaron el documento del ERE con la empresa. De ellos, dos son elegidos consejeros para formar parte de la Asamblea General de CX en octubre 2010, un tercero fue consejero durante 8 años en el Consejero de Administración de Caixa Catalunya y a su vez miembro de la Comisión Ejecutiva. El cuarto delegado ha sido miembro del Consejo de Administración en Caixa Tarragona.
Entre los siete consejeros restantes, dos fueron consejeros de la Asamblea General. Un tercero firmó el acta de la constitución de la mesa del ERE y el cuarto fue firmante del acuerdo Laboral de Previsión. Mientras, los tres restantes figuran en listas con sus diferentes sindicatos para consejeros en las elecciones de Órganos de Gobierno sin haber resultado elegidos finalmente.
Según la denuncia, no sólo se produjeron salidas de forma irregular por la vía de la prejubilación, sin cumplirse las condiciones. También se produce el abandono de la entidad de forma extraña por otros directivos sin que quede reflejado en el listado de trabajadores afectados por el ERE.