Economía

Rosell, entre la espada y la pared: debería echar a Arturo Fernández pero lo necesita para presidir CEOE

El camino del presidente de la CEOE para conseguir su reelección se antoja plagado de obstáculos en tanto en cuanto los escándalos salpican a uno de sus principales apoyos, Arturo Fernández. Sin embargo, Juan Rosell aguantará al presidente de CEIM hasta la fecha de los comicios, el 17 de diciembre. Por el momento, ignorará la polémica de las tarjetas con tal de asegurarse los votos de la patronal madrileña. Sólo que entrentanto el descontento con Rosell crece, y tres de las patronales que lo auparon a la presidencia planean retirarle el respaldo.

La situación de Juan Rosell al frente de la CEOE se ha tornado harto complicada. Ya sea por los fondos de formación, las subidas de cotizaciones, la reforma de las Cámaras, la ley de mutuas o el Consejo de la Competitividad, el descontento crece en el seno de la patronal que preside.

Es más, tres de las organizaciones que lo auparon al poder le pueden retirar su respaldo en las próximas elecciones. Aragón, Valencia y Confemetal probablemente voten a otro. Y en los días venideros proliferarán las presiones para que Rosell fuerce la dimisión inmediata del presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, tocado por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid pero a la vez uno de los principales soportes del presidente de la CEOE en la sede de Diego de León.

El máximo representante de los empresarios se encuentra entre la espada y la pared. Si prescinde ya de Arturo, perderá uno de sus mayores apoyos en la cúpula de la organización. En cambio, si no fuerza cuanto antes la dimisión del presidente de la patronal madrileña, será mucho más fácil orquestar una candidatura que tilde a Rosell y a los suyos de corruptos.    

“Dos de de los principales apoyos de Rosell, los presidentes de Cepyme y CEIM, Jesús Terciado y Arturo Fernández, se han visto involucrados en unas situaciones digamos que incómodas. En lugar de ingresar un sueldo, Terciado cobró facturando a través de su empresa, hecho por el que dio explicaciones y que al final se solventó. Ahora bien, lo de Arturo pinta peor. No obstante, ninguno de los ha caído. Y eso es porque Rosell los necesita”, comenta alguien de la patronal.

Diversas fuentes apuntan que Rosell tendrá que aguantar a Arturo por lo menos hasta el 17 de diciembre, fecha para la que están convocadas las elecciones y en la que Rosell necesitará todos los votos que pueda garantizarle Arturo Fernández.

De ahí que el presidente de CEIM se agarre por el momento a su puesto aunque nadie piense que pueda acabar su mandato. Ayer tan sólo declaró su intención de iniciar más adelante un proceso de elecciones adelantadas al que él no acudiría. Pero se negó a fijar una fecha.

Vozpópuli preguntó a Arturo Fernández sobre cuál sería su calendario para abandonar la presidencia de CEIM: “Pueden ser meses o pueden ser 20 años”, contestó el presidente de la patronal madrileña

Vozpópuli preguntó a Arturo Fernández sobre cuál sería su calendario para abandonar la presidencia de CEIM: “Pueden ser meses o pueden ser 20 años”, contestó el presidente de la patronal madrileña, quien en cualquier caso no dejará el cargo de presidente de las Cámaras de Comercio de Madrid.

Y añadió: “Vaya gol nos han metido con las tarjetas. En ningún momento nos lo explicaron. ¿Cómo iba yo a pensar que Caja Madrid estaba haciendo algo ilegal? Yo ya he devuelto el dinero y el juez ha decidido no imputarnos, lo cual es un paso importante. Tengo un programa que con el que me presenté a la presidencia de CEIM y que quiero completar. No me iré hasta que haya terminado la reestructuración económica, los cambios en el sistema electoral y la reforma del código ético”.

El presidente de CEIM ya sufrió serios problemas con los pagos en negro a sus trabajadores y barajó ceder su asiento a su delfín y número dos, Juan Pablo Lázaro. Pero aquello nunca cuajó, quizás porque las relaciones entre Lázaro y Rosell no sean muy buenas, según relatan varias fuentes.

Sea como fuere, la falta de medidas por parte de Rosell puede dar alas a una oposición que perdió este año la batalla de las elecciones a la patronal madrileña, pero que podría tener más opciones en la votación de CEOE. En los últimos tiempos, el número de voces discordantes dentro de la organización se ha multiplicado, y sus críticas se centran sobre todo en cuatro aspectos. Por un lado, acusan a Rosell de haber perdido mucho peso institucional y ceder una vez tras otra ante el Gobierno. Según voces de la oposición, la debilidad de Rosell ha provocado que se encajen fuertes subidas de las cotizaciones, que se haya reforzado a las Cámaras para dar servicios que normalmente prestan las patronales, que se pierda poder en las mutuas y que el Gobierno se apropie de los fondos de formación que les pertenecen, tal y como consta hasta en siete sentencias de los tribunales. “Así no es de extrañar que Rajoy quiera que Rosell siga a cargo de la confederación. Se pliega a todo”, sostienen.

Por otra parte, no ven con buenos ojos el nutrido desembarco de catalanes en la dirección de CEOE al tiempo que consideran que Rosell se ha mostrado demasiado tibio con la cuestión catalana. En tercer lugar, censuran el escaso brío de la directiva a la hora de aplicar el código ético justo cuando más se reclama una regeneración de las instituciones.

Y, por último, reniegan de los esfuerzos del presidente de la patronal para atraer y dar más peso a las grandes empresas, máxime cuando la CEOE se define como una confederación de organizaciones empresariales y no de compañías particulares. "La patronal ha perdido mucho poder de interlocución con el Gobierno a manos del Consejo de la Competitividad. Tanto es así que Rosell solicitó un asiento en dicho consejo pero se lo negaron", afirman fuentes conocedoras. 

Y todo este malestar se espera canalizar a través de una candidatura alternativa que haga frente a Rosell en los próximos comicios. Este grupo pretende además aprovechar los cambios que introdujo Rosell en la normativa, como que no haya delegación del voto sino que éste tenga que ser presencial, lo que hace más difícil controlar la votación. O que los presidentes de las organizaciones territoriales sean sí o sí miembros natos del comité ejecutivo, cosa que les puede permitir apoyar a unos u otros sin miedo a represalias. De hecho, las territoriales han experimentado una gran renovación de sus presidentes. Muchos son nuevos y por lo tanto realmente se desconoce a quién votarán, otro elemento que puede añadir incertidumbre al resultado. En cuestión de un par de meses, lo que parecía una posición de indiscutible ventaja para Rosell empieza a mostrar las primeras grietas.

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