El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha opinado este jueves que "los clichés del siglo XIX, como el control de horarios en las empresas, igual no sirven para el siglo XXI".
El líder de la patronal española se refería así a la nueva ley de control de la jornada laboral, recién entrada en vigor mediante un decreto del Gobierno, de la que ha dicho que "no aumentará la productividad" de las empresas, "taxativamente".
Garamendi ha hecho estas declaraciones en un coloquio organizado por el Foro Alicante, una entidad que agrupa a entidades empresariales, académicas y de los medios de comunicación.
Su aplicación va a ser "muy complicada"
En opinión de Garamendi, la aplicación de este decreto va a ser "muy complicada", sobre todo en función de variables como "la flexibilidad, la conciliación familiar o el teletrabajo".
"No digo que no se persiga a quien no paga las horas extras" que corresponden a los trabajadores, ha continuado el mandatario empresarial aunque, en su opinión, lo más correcto sería "localizar esas horas que no se pagan" y aplicar la ley sobre los empresarios que no las declaran.
"La precariedad en el trabajo, la economía sumergida o el abuso empresarial perjudican a quienes lo hacen bien", ha sentenciado.
Critica que se haga mediante reales decretos
También ha manifestado Garamendi que los empresarios lamentan que este tipo de legislación se realice a través de reales decretos, que no se pueden debatir y que no son más que "contratos de adhesión".
"La norma habla de convenios y de pactos con las empresas", ha continuado, "pero si se hubiera podido debatir en el Congreso habría salido mejor".
Igualmente, el presidente de la CEOE ha insistido en la necesidad de perseguir la economía sumergida en el ámbito fiscal, cuya importancia en España ha remarcado.
Si los empresarios que eluden sus obligaciones con Hacienda "pagaran los impuestos" que les corresponden, " el resto pagaríamos menos", ha dicho.
En el plano impositivo, Garamendi ha recordado que los empresarios siempre piden "más bases imponibles y menos tipos" y que opinan que "la fiscalidad en España es muy elevada", al tiempo que ha recordado también que son "contribuyentes" que exigen "más eficiencia en la administración pública".