El acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu para derogar la reforma laboral, anunciado -y matizado a las pocas horas, el pasado 20 de mayo, encendió todas las alarmas en la CEOE y provocó en la patronal el convencimiento de que había que responder de forma contundente.
La organización empresarial escenificó su oposición a ese acuerdo abandonando algunas mesas de negociación con Ministerios y representantes sindicales durante unos días. Y se ideó entonces organizar una gran cumbre a la que acudieran los ejecutivos de las mayores compañías españolas, y enviar un mensaje de unidad de los empresarios ante los deslices gubernamentales.
Así nació la idea de organizar el ciclo de conferencias públicas, que se está celebrando entre los días 15 y 25 de junio, a las que asisten los presidentes y principales ejecutivos de las mayores compañías españolas.
Desde el Gobierno se produjeron declaraciones "en las que se daba la sensación de que los empresarios eran ogros", lamentan
En el evento, bajo el título 'Empresas Españolas: Liderando el Futuro' participan la presidenta de Santander, Ana Botín; los presidentes de Inditex, Pablo Isla; de Mercadona, Juan Roig; de Telefónica, José María Álvarez-Pallete; de BBVA, Carlos Torres; o de Ferrovial, Rafael del Pino, entre otros muchos.
"El anuncio de la derogación de la reforma laboral fue ya lo último", explican fuentes de la CEOE que han participado en la organización del evento.
La cumbre "nace de forma espontánea, de la necesidad de escuchar la voz de los empresarios, del papel de las empresas". Desde el Gobierno se produjeron declaraciones "en las que se daba la sensación de que los empresarios eran ogros", lamentan.
"Hay mucha preocupación sobre lo que pueda ocurrir en Otoño", dicen
"Como cuando la Ministra de Trabajo envió un formulario a los trabajadores del campo preguntando si habían recibido todo tipo de malos tratos o situaciones de esclavitud", añaden las fuentes consultadas, y recuerdan también manifestaciones del Ministro Alberto Garzón que soliviantaron al sector turístico.
"Se trata de aportar ideas, hay mucha preocupación sobre lo que pueda ocurrir en Otoño", subrayan las fuentes de la CEOE. "Hay que tomar medidas a corto y largo plazo, sensatas y sin dogmatismos", dicen.
Una cumbre "histórica"
Desde la CEOE se defiende "el éxito" de la organización de la cumbre y la idoneidad de haberla celebrado estos días. "Nunca antes un organismo había logrado reunir a tantos presidentes de tantas grandes compañías, es un evento histórico, único e irrepetible", sostienen. "Y se ha hecho todo en diez días".
Las fuentes consultadas destacan el papel que el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha tenido en la celebración del evento.
La cumbre de la CEOE finalizará con una sesión de conclusiones
"Se ha volcado en la organización, ha llamado a todo el mundo", aseguran. "Tiene muy buenas relaciones con Roig [Mercadona], Isla [Inditex], Galán [Iberdrola], cercano a Torres [BBVA], Botín [Santander], no digamos de los empresarios vascos", indican. "Todo el mundo en la CEOE ha ayudado a que todo salga bien, pero lo ha liderado Garamendi", insisten.
Aunque los empresarios han mantenido un tono contenido en sus intervenciones en la cumbre de la CEOE, sin graves reproches a la gestión del Gobierno, sí que han sido constantes las advertencias sobre la profundidad de la crisis económica provocada por la pandemia, y el error que supondría derogar reformas cuya efectividad defienden.
En la inauguración de las conferencias, el presidente de Inditex, Pablo Isla, se refirió sin nombrarla a la derogación de la reforma laboral. "Hay que huir de dogmatismos e ideas preconcebidas, dijo. "Tan importante como las medidas que se tomen es no desmontar lo que está funcionado, no hay que revertir las reformas eficaces. La economía española necesita ser más flexible y competitiva, no hay que introducir rigideces que sean negativas para la competitividad y la creación de empleo", advirtió.
"El día 25 habrá una sesión de conclusiones de la cumbre, todo a favor del bienestar general", dicen las fuentes de CEOE consultadas. "Un Gobierno sensato lo escucharía".