Pese a que todo ha ocurrido en fin de semana, las primeras reacciones sobre el rescate del Eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aplica un impuesto sobre los depósitos de más de 100.000 euros, no se han hecho esperar. Una socialización de pérdidas sobre la que los partidos políticos locales han puesto el grito en el cielo, pero los bancos alemanes aplauden, como no puede ser de otra manera: las entidades financieras germanas son grandes adalides de la ortodoxia y la imposición de medidas duras, por cuanto son señaladas siempre como los grandes perjudicados en el caso de que haya una quita de deuda.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, pidió ayer mejoras sobre el rescate, sobre todo en lo relativo a los pequeños ahorradores. Schulz, en declaraciones al dominical alemán "Welt am Sonntag", afirma que es correcto que se haga participar a los clientes de los bancos en el rescate, pero agrega que los pequeños ahorradores chipriotas no son responsables de los problemas y pide no tocar los depósitos de hasta 25.000 euros.
“Los pequeños ahorradores chipriotas no son responsables de la crisis. La solución tiene que ser socialmente aceptable y hay que mejorarla, por ejemplo introduciendo un tope de 25.000 euros que no se vea afectado por la quita", agregó el político alemán. El paquete de rescate para Chipre contempla una quita del 6,75 % para los depósitos por debajo de los 100.000 euros. Para depósitos superiores a esa suma la quita será del 9,9%.
Los bancos, contentos
Por su lado, el presidente de la Federación de Bancos Alemanes, Andreas Schmitz, celebró el compromiso europeo sobre el rescate a Chipre y manifestó su alegría de que se encontrará una solución antes de lo esperado, según recoge la Agencia Efe.
"Estoy satisfecho de que se haya encontrado una solución antes de lo esperado para Chipre. Con ello, se logra más estabilidad para la eurozona", dijo Schmitz al diario "Rheinische Post" en su edición de mañana. La quita para los ahorradores, según Schmitz, debe ser vista como "una medida extraordinaria y excepcional" que, sin embargo, en el caso de Chipre considera justificada. Chipre, según Schmitz, tiene un sector bancario sobredimensionado y por ello no es comparable con otros países europeos.
Contagio, no
En ese sentido está haciendo declaraciones el Gobierno español, insietiendo en que lo de Chipre no es un corralito y que en ningún caso el rescate puede suponer un preludio de imposición de nuevas y duras condiciones a España.
En Chipre, la mayoría de los partidos políticos han reacciona con indignación al programa del Eurogrupo.
"La decisión del Eurogrupo no tiene precedentes y entierra definitivamente e irrevocablemente el fundamento básico de la UE que es el principio de la solidaridad", dijo el partido socialdemócrata EDEK en un comunicado. "Rechazamos plegarnos a este chantaje", agregó EDEK, que pidió renegociar el acuerdo.
El proyecto requiere el voto a favor de 29 de los 56 diputados que forman el hemiciclo, por lo que Anastasiadis, cuyo partido conservador DISY tiene 20 escaños, necesita el respaldo de los nueve diputados del partido que le apoyó en las elecciones, el centrista DIKO, algo que no parece asegurado.
El resto de las formaciones han dejado entrever su rechazo, como es el caso del partido comunista AKEL, del último presidente Dimitris Christofias, que tiene en el parlamento 19 escaños.
En declaraciones a Efe, Kyranides sostuvo que, a pesar de la ayuda que llegará desde el Banco Central Europeo, habrá un éxodo del dinero de los bancos chipriotas, lo que pondrá todo el sistema bancario en un aprieto. Además, la quita chipriota influirá también en países como Italia, España, Portugal, porque llevará a una crisis de confianza, opinó.