Las Comunidades Autónomas han conseguido reducir sus gastos de personal en 4.837 millones durante 2012, según los datos de Hacienda sobre la contabilidad presupuestaria de las CCAA.
Estos pagos acumulados descienden un 8,44 por ciento hasta los 521.540 millones, y no incluyen una parte de sus estructuras empresariales.
Si se atiende a los datos filtrados por la contabilidad nacional, aquellos que cuentan para el déficit ante Bruselas, las remuneraciones de asalariados de las autonomías se elevan hasta alcanzar los 52.732 millones en los tres primeros trimestres, prácticamente algo más de la mitad de lo que gastó por este concepto el conjunto total de las Administraciones hasta octubre de 2012, unos 86.601 millones.
La extra
Estos ahorros se han obtenido, sobre todo, gracias a la supresión de la paga extra de diciembre, la amortización de puestos y la eliminación de personal sin plaza fija. Sólo la paga extraordinaria ha supuesto aproximadamente la mitad del ajuste que han llevado a cabo las Comunidades en este capítulo.
Estos datos de las autonomías superan los sacrificios practicados por el Estado central en 2012: un tajo de 1.163 millones, justo el 6,49 por ciento y que sitúa los desembolsos de personal de la Administración central en los 16.762 millones.
Según las estadísticas de la EPA, el empleo público en España ha caído en 218.900 personas. De estas pérdidas, 16.664 pertenecen al Estado central, de acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda. El resto se ha distribuido entre todas las administraciones y apenas hay información detallada al respecto.
Los gastos financieros
El recorte emprendido por las Comunidades en el apartado del empleo se ha visto, sin embargo, inutilizado por el rápido ascenso de los gastos financieros, que se han disparado un 37,44 por ciento y suman los 6.268 millones en 2012. Es decir, los intereses pagados por el endeudamiento se han comido todo lo que se ha rebajado el gasto en personal, en una suerte de espiral viciosa de difícil salida.
Además, los ingresos han disminuido un 0,17 por ciento y se quedan en los 127.225 millones. Así que las autonomías logran apretarse el cinturón gracias a que los gastos no financieros descienden un 8,19 por ciento, en unos 12.783 millones hasta los 143.229 millones; las inversiones reales retroceden alrededor de un 13 por ciento y las transferencias corrientes y de capital casi un 8 por ciento. Y otro apunte estremecedor: las autonomías ya invierten de forma directa lo mismo que les cuesta los intereses de la deuda, unos 6.000 millones. El Banco de España certifica que en la actualidad el endeudamiento de las CCAA asciende a los 185.000 millones.
Las cuentas con proveedores
Es más, en 2012 las autonomías gastaron en bienes y servicios corrientes un 28 por ciento más que en 2011, debido los pagos a proveedores y las liquidaciones negativas de 2008 y 2009. Sólo que estos desembolsos corresponden a compromisos de ejercicios anteriores y, por lo tanto, no cuentan para calcular la cifra de déficit oficial. Sustraídos estos efectos, los gastos corrientes se aminoraron en el entorno de un 8 por ciento.
En el transcurso de 2012, los gobiernos regionales han abonado unos 17.300 millones que tenían acumulados en facturas. Y si se atiende a la cuenta 413, ésa donde se guardan las que están sin pagar, las Comunidades aún deben unos 10.300 millones a sus suministradores. La Comunidad Valenciana, Canarias y Castilla-La Mancha adeudan cada una más de 1.700 millones, seguidas de Cataluña (1.200 M.), Andalucía (937 M.) y Asturias (756M.).
Castilla-La Mancha es la región que más ha atacado la partida de personal, con un recorte del 16 por ciento. A continuación, la Comunidad Valenciana le aplicó un tijeretazo del 11,38 por ciento, y Cataluña del 9,37 por ciento.
El ahorro bruto alcanzado por el conjunto de las CCAA en 2012 ronda los 15.553 millones. Valencia es la que más ha efectuado, unos 3.164 millones. Le siguen Andalucía con 2.970 millones y Cataluña y Madrid, con 2.465 y 2.275 millones, respectivamente.
