Mariano Rajoy y todo su equipo aseguran una y otra vez públicamente que España cumplirá los objetivos de déficit, este año y los que vienen. Pero no todos están de acuerdo. El último organismo en dudar de las previsiones oficiales ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que presentó el lunes sus últimas cifras macroeconómicas sobre España y dibujó un panorama económico muy diferente al que defiende el Gobierno. Las cifras, de hecho, dejan en el aire un nuevo ajuste de 5.000 millones en 2018.
Y es que el Gobierno ni siquiera cumplirá estrictamente el déficit este año. El desfase será del 3,2%, según el Fondo, frente al 3,1% pactado con Bruselas. Y la situación se irá agravando con el paso de los años. En 2018, un año en el que el equipo de Rajoy debería dejar el saldo en el 2,2%, se quedará en el 2,7%. Eso arroja un desvío de medio punto y deja en el aire otro ajuste de 5.000 millones para cumplir lo pactado. En 2019, el saldo seguirá en el 2,3%, frente al 1,3% que espera el Gobierno; en 2020 se quedará en el 2,1% y en 2021 aún estará en el 2%.
Las cifras de déficit son las más preocupantes porque, si las previsiones del FMI se cumplen, el Gobierno de Rajoy apenas habrá reducido el desfase tres puntos en toda la legislatura. Quizá por eso el Fondo pide una y otra vez que se toque el IVA. En este nuevo informe, el organismo ha vuelto a recordar que España recauda menos que otros países por este impuesto y que podría obtener unos ingresos extra de 2.000 millones si eleva de forma progresiva los tipos reducidos, situados en el 10% y el 4%.
Pide más copago sanitario y más control en las prestaciones por desempleo
También sugiere nuevos aumentos de los Impuestos Especiales, especialmente los vinculados a la energía, y una revisión estricta del gasto en partidas como la Sanidad y la Educación. No pide nuevos recortes, pero sí un uso más racional del gasto, así como cambios en el Copago sanitario y límites en las prestaciones por desempleo para proteger a los que más lo necesitan. En este sentido, tampoco reclama un recorte de las prestaciones en sí, sino que más control en la búsqueda de empleo por parte de los parados.
La mala evolución del déficit que espera el Fondo, lleva también a unas malas previsiones de deuda pública. El Gobierno espera que este parámetro, que actualmente ronda el 100% del PIB, baje al entorno del 95% en 2019. El Fondo, en cambio, es bastante más pesimista y retrasa a 2021 este objetivo, es decir, al cierre de la legislatura de Mariano Rajoy. Esta situación, además, se puede agravar por la intención del Ejecutivo de emitir deuda para garantizar las pensiones.
El PIB solo crecerá un 1,7% en 2019
Y con las cifras de PIB y empleo pasa algo parecido. Tanto es así, que el Fondo cree que el ritmo de crecimiento de España volverá a ser mediocre cuando desaparezcan los estímulos externos que están apoyando el crecimiento en estos momentos, como las medidas del BCE. La economía irá perdiendo fuerza poco a poco y año a año. Y en 2021, cuando se vuelvan a convocar elecciones, crecerá solo un 1,7%. El Gobierno no hace previsiones más allá de 2019, pero sí cree que el PIB crecerá entorno del 2% o 2,5% en toda la legislatura.
El paro, por su parte, seguirá bajando, pero cada vez más despacio. En 2019, seguirá por encima del 16%, una cifra que se aleja mucho de la que planteó el Gobierno en la actualización del Plan de Estabilidad que envió a Bruselas a mediados de diciembre: 13,8%. Y en 2021 seguirá por encima del 15%. Por eso en el nuevo informe, el FMI pide que se preste una atención especial al desempleo a la hora de plantear nuevas medidas.
El Fondo cree que el paro sigue siendo uno de los principales problemas y pide que se profundice en la reforma laboral
De hecho, el Fondo valora muy positivamente la última reforma laboral, pero cree que hay que seguir avanzando por el mismo camino porque aún quedan deficiencias en el mercado, como el alto nivel de paro juvenil y de larga duración y la dualidad en la contratación. En este sentido, se inclina por reducir los tipos de contratos que hay actualmente en España e incluso sugiere la posibilidad de implantar el contrato único y la 'mochila austriaca'.
En definitiva, las cifras del FMI echan por tierra una vez más las del Gobierno y aventuran más déficit, más deuda, más paro y menos crecimiento en los próximos años. El Ejecutivo, en cambio, sigue insistiendo en que este año el nivel de renta que había antes de la crisis y que volverá a contar con 20 millones de ocupados cuando acabe la legislatura. Una cosa está clara, las medidas que tomen cada año marcarán sin duda el curso de la economía en los próximos años.