El Círculo de Empresarios ha insistido en la necesidad de acuerdos y consensos de Estado entre los dos partidos mayoritarios --PP y PSOE-- para que la democracia española "pueda corregir las vulnerables finanzas estatales y autonómicas y alinearlas así con las exigencias europeas".
Bajo el título 'Unión Europea y déficits fiscales. ¿Nuevo marco de coordinación fiscal?', el Círculo de Empresarios ha publicado una Toma de Posición en la que da la bienvenida a un nuevo marco de coordinación fiscal en la Unión Europea que es previsible que se apruebe antes de fin de año o a principios de 2024 para tratar de poner freno y revertir los déficits excesivos y las deudas públicas insostenibles a medio y largo plazo fuera de la órbita aceptable de la Eurozona.
El Círculo destaca que esta previsión de nueva transparencia fiscal ha animado a Bruegel, el reconocido think tank económico europeo, a pronosticar quién estará en un horizonte 2033 en la primera división de países cumplidores (menos del 3% del PIB de déficit público y menos del 60% de deuda pública), quién en la segunda de semicumplidores (cumplen una de las dos ratios) y quién en la tercera de incumplidores (no cumplen ninguna de las dos).
En este sentido, el Círculo considera que "no es arriesgado" pronosticar que España estará en la "tercera división". En este contexto, aboga por una gobernanza reforzada especialmente para soberanos sistémicos con procedimiento sancionador efectivo, así como por una fuerte institución fiscal independiente europea que rinda cuentas al Parlamento Europeo.
Reforzar las instituciones fiscales independientes
También propone reforzar las instituciones fiscales independientes nacionales, como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), dando más visibilidad al principio de "cumplir y explicar" de forma que si las administraciones públicas no cumplen sus recomendaciones se haga efectiva la necesidad de dar explicaciones rigurosas ante instancias relevantes.
Se queja el Círculo de que la imprudencia presupuestaria prioriza al votante de hoy frente al votante futuro, lo que se traduce en una tendencia a incorporar gastos públicos corrientes de impacto temporal inmediato en lugar de priorizar la inversión pública y las reformas estructurales que favorezcan la capacidad de crecimiento y la creación de empleo, comprometiendo la viabilidad de nuestro Estado de Bienestar y la prosperidad del conjunto de ciudadanos y endosando a las futuras generaciones una hipoteca muy difícil de sobrellevar.
En el caso español, y para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas, la AIReF calcula que será necesario un ajuste fiscal en cuatro años a partir de 2025 equivalente a unos 39.000 millones de euros, de 0,64 puntos porcentuales del PIB anual.
El Círculo llama la atención sobre el hecho de que se ha hecho hincapié en el gasto como vector importante del déficit, pero considera que se debe que prestar atención también a los ingresos, pues los excesos de presión fiscal para justificar excesos de gasto "conducen también al fracaso de la política fiscal".