Casi nadie aprueba el pacto al que ha llegado el Gobierno con el PNV para salvar el Presupuesto. El pacto prácticamente da carpetazo a la reforma de pensiones de 2013 al volver a ligar las prestaciones al IPC durante dos años y posponer la entrada en vigor del factor de sostenibilidad. El Banco de España defendió ayer esta reforma dejando caer que no le agrada el acuerdo y este miércoles le ha tocado al Círculo de Empresarios, que ha criticado abiertamente los parches que se están poniendo al sistema y ha pedido una reforma de calado.
El presidente del Círculo, John de Zulueta, ha participado en un desayuno de Forum Europa y ha aprovechado para recordar al Gobierno y al resto de grupos políticos que hay que trabajar en tres patas para asegurar las pensiones a largo plazo: mejorar el sistema de reparto, implantar un sistema de capitalización obligatorio y fomentar el sistema de capitalización voluntario con más incentivos fiscales. "Lo de ahora son parches que no solucionan el problema de cara al futuro", ha dicho.
No solo ha hablado de pensiones, también ha resaltado la necesidad de resolver la crisis institucional en España porque ha desaparecido la cultura del pacto y los grandes partidos solo prestan atención a sus intereses partidistas. Además, ha resaltado la importancia de seguir luchando contra el elevado nivel de desempleo, de mejorar el tamaño de las empresas y de avanzar en la digitalización, un aspecto capital para la economía en el que España va muy retrasada.
Presupuestos
Sobre los Presupuestos, que previsiblemente se aprobarán este miércoles en el Congreso de los Dipitados, Zulueta no ha querido hablar de la postura del PNV, que sigue amenazando con no apoyar al Gobierno en la votación final, aunque lo cierto es que ya se ha posicionado al lado del Ejecutivo en las votaciones previas de la norma, que son igual de importantes que la final. El presidente del Círculo se ha limitado a decir que no se cree las previsiones de ingresos del Gobierno, como ya dijo cuando valoró las cuentas de 2018.
Preguntado por el Impuesto de Patrimonio, ha recordado que es una figura que casi no se usa en el resto de países europeos. Solo Francia lo sigue aplicando y de forma residual. A su parecer, cualquier político "sensato" eliminaría el impuesto de la cesta global o lo bonificaría al 100% como ya hacen algunas comunidades, como Madrid.