Las fábricas españolas de turismos dependen en sus procesos de fabricación de las más de mil empresas de componentes que las proveen, un sector que está viviendo momentos complicados por la crisis de la pandemia y que sólo en España factura anualmente más de 35.000 millones de euros y alcanza los 365.000 empleos directos e indirectos. Es, además, el tercer sector que más exporta, directamente el 58% de la producción y alcanzando el 82% si se tienen en cuenta los componentes instalados en vehículos que fabricados en España son exportados.
Pero la crisis del coronavirus está golpeando con fuerza al sector, como a otros muchos, y en los cuatro primeros meses de este año se han perdido en la exportación de equipos y componentes de automoción cerca de 1.500 millones de euros en comparación con el mismo periodo del año pasado, alcanzando un valor de 5.424 millones de euros, lo que supone una caída de un 26,2%.
La pandemia ha originado una crisis económica, motivada tanto por el descenso en actividad productiva como por las restricciones a los intercambios comerciales y la disrupción en las cadenas de producción a nivel global. En las estimaciones de comercio exterior, por actividades, de las más negativas son para el sector automoción, ampliamente globalizado. De hecho, conforme las previsiones en varios escenarios de la OMC, el comercio internacional global en su conjunto en 2020 experimentará una caída entre un 13% % y un 32% motivado por la incertidumbre asociada a las repercusiones económicas concretas de la crisis sanitaria.
Las exportaciones de equipos y componentes para automoción cuyo destino principal es la Unión Europea representaron el 71,2% sobre el total, y han registrado un descenso del 27,6% respecto al mismo periodo del año anterior, situándose en 3.861 millones de euros incluido Reino Unido para este periodo, ya que su salida se produjo el 31 de enero. Según el análisis de las cifras registradas en los principales mercados europeos de automoción, el comportamiento registrado ha sido común, un descenso de dos dígitos en todos ellos. Destacan las tasas de decrecimiento en los cinco grandes socios comerciales para el sector como son Alemania (-28,4%), Francia (-32%), Portugal (-29,4%), Reino Unido (-25,5%) e Italia (-25,2%).
Aumentan las exportaciones a EEUU
Fuera de la Unión Europea, Estados Unidos continúa como primer destino de las exportaciones españolas, con unas ventas totales de 353 millones de euros, y un crecimiento del 11,6%. Es de destacar el buen comportamiento de este mercado que continúa su tendencia de crecimiento, siendo el único mercado, considerada la Unión Europea como un bloque, que presenta crecimiento en estos primeros cuatro meses del año. Marruecos mantiene su segunda posición, aunque presenta una caída importante de casi un 26% respecto al mismo periodo año anterior, alcanzando los 249 millones de euros.
China, tercer destino, alcanza los 140 millones de euros, presentando una mínima desaceleración del 0,9%. A pesar del impacto inicial en los intercambios con este mercado a principios de año, momento en el que la pandemia estaba focalizada en este país, la posterior recuperación industrial de esta economía ha permitido paliar el impacto de la crisis en las relaciones comerciales bilaterales.
México, Turquía y Sudáfrica, por orden de relevancia como destino de las exportaciones, presentan caídas de porcentajes similares, en torno al 23,4%. En el caso del mercado latinoamericano, el nivel de facturación (con 101 millones de euros) se ha situado en los niveles de 2012. Japón, Rusia y Brasil cierran el top 10 de socios comerciales, con tasas igualmente decrecientes.
Para la patronal del sector, Sernauto, reclaman la importancia de apoyar la internacionalización de las empresas del sector, especialmente, de las pymes, pues las exportaciones consideran que son un elemento determinante en la recuperación económica tanto del sector como de la economía nacional. Es un sector con mucho peso en el PIB y ampliamente globalizado, y resulta imprescindible el apoyo público con acciones eficaces que permitan a las pymes internacionalizadas mantener o incluso aumentar las cuotas de mercado en el exterior cuando se vaya avanzando en la normalización de los intercambios comerciales.