Sólo una entidad señalada, Liberbank, con un déficit de capital de 32 millones, pero aprobada una vez que presente ante el Banco Central Europeo (BCE) su plan de recapitalización. Un total de 56.044 millones de exceso de capital de máxima calidad en el escenario adverso de los test de estrés. Los datos hacían complicado contener la satisfacción este domingo en la sede del Banco de España. “Si hubiera que dar una nota a la banca europea, la mejor sería para el sistema financiero español”, señaló el gobernador Luis María Linde, durante la presentación de los resultados del examen a 130 entidades bancarias europeas. De ellas, un total de 15 españolas.

El supervisor cimenta esta argumentación en los datos surgidos en las pruebas europeas. Así, el ejercicio de revisión de activos (AQR, en inglés) y el test de estrés absorben, de media, un 3,4% de los niveles de capital de las entidades europeas. En España, sin embargo, este impacto combinado es de apenas un 1,6% sobre el capital de máxima calidad, el conocido como CET1 (Common Equity Tier 1). El segundo mejor ratio tras la banca de Estonia. El impacto combinado se debe principalmente al test de estrés. Lo que resta el AQR es “marginal o despreciable”, según el subgobernador Fernando Restoy.

La foto del ejercicio del AQR, aquella que muestra sí las entidades tienen contabilizados a valor razonable sus activos, evidencia que la banca española es quien tiene mejor ajustadas sus carteras de créditos. De hecho, sólo ha tenido que ajustarse en un 0,14%, lo que supone un impacto de 2.200 millones, de los 34.000 millones que ha supuesto el ajuste en toda la banca europea.

El examen del Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha examinado un total de 104 carteras de las 15 entidades españolas que representan el 55% de los activos ponderados por riesgo del sector financiero español analizado: 780.000 millones.

"Este resultado es el reflejo de la adecuada clasificación, valoración y dotaciones de provisiones en los balances de los bancos españoles", recalcó el gobernandor Linde, que quiso destacar el ejercicio de reclasificación de los créditos refinanciados que impuso el supervisor a todo el sector durante la segunda mitad del pasado ejercicio. Esta reclasificación detectó una mora oculta de 25.000 millones en los balances de la banca española que obligó al sector a realizar provisiones por poco más de 5.000 millones.

El Sabadell es la única entidad que no ha sufrido ninguna corrección en la valoración de sus carteras de créditos realizadas en el AQR. Por contra, Cajamar es la entidad que ha tenido más diferencias en la contabilización de sus activos, realizando una corrección de 105 puntos básicos. Liberbank ha tenido un desfase de 83 puntos básicos, lo que ha provocado su suspenso. Entre la gran banca, Popular es la entidad que ha tenido que efectuar mayor ajuste, con una corrección de 57 puntos básicos.

"El buen resultado de los bancos españoles no es casualidad. Se explica en el fortísimo saneamiento de los años 2012-2013, el programa de rescate que implicó una revisión de los balances exhaustiva y también en los test de estrés llevados a cabo por Oliver Wyman", señaló Linde. "Esperábamos que el resultado fuera bueno y lo que ha sucedido confirma nuestras previsiones", sostuvo.

La "holgura", como definió Linde, con la que la banca española aprobó el AQR se trasladó al exceso de capital registrado en el escenario estresado del test de estrés. Este supuesto, que en ningún caso se trata de una previsión sino de una hipótesis, supone que en el caso de España que el PIB se contraería un 0,3 % este año, un 1 % en 2015, y apenas crecería un 0,1 % en 2016. También prevé nuevas turbulencias en el mercado inmobiliario español, en el que los precios de la vivienda caerían un 3,1 % este año y un 5 % en 2015 y 2016.

La banca española registra un superávit de capital de 56.044 millones en este escenario apocalíptico a finales de 2016, el último de los tres años sobre los que se ha proyectado el ejercicio. Todas las entidades aprueban en este escenario adverso. Para todos los bancos españoles, los resultados de 2016 son los que reflejan más castigo. Sólo Bankinter y La Caixa sufren en 2015 peores resultados que un año después.

El banco que mayor colchón de capital tendría en el escenario más adverso en términos absolutos sería Santander, con 19.442 millones de euros, seguido de BBVA, con 13.223 millones. A continuación, Caixabank lograría un superávit de capital de 6.571 millones; BFA (matriz de Bankia), de 4.763 millones; Kutxabank, de 2.279 millones; Sabadell, de 2.265 millones; Popular, de 1.756 millones; Bankinter, de 1.299 millones, y Unicaja, de 1.140 millones.

Por su parte, NGC Banco (Abanca) tendría un superávit de 814 millones; Ibercaja, de 640 millones; Cajamar, de 592 millones; Catalunya Caixa, de 444 millones, y Liberbank, de 22 millones.

Catalunya Caixa es la entidad que sufre una mayor caída de capital en el escenario adverso con respecto a la solvencia que registra al término de la revisión de las carteras de activos. La entidad catalana firma un descenso del 4,2% para dejar su ratio de capital en el peor escenario en el 8,02%. "Lo de Catalunya Caixa en absoluto nos sorprende. Tenía una cartera que ha tenido que ser enajenada y, como se ha demostrado, era una cartera vulnerable. Ha aparecido lo que esperábamos. Eso explica el relativo mal resultado en los test de estrés", explicó Fernando Restoy.

La cartera a la que se refirió el subgobernador estaba formada por hipotecas tóxicas valoradas en 6.400 millones que quedaron fuera de la subasta de la entidad catalana que ganó BBVA. Esta cartera tóxica hipotecaria fue adquirida por el fondo estadounidense Blackstone-TPG por poco más de 3.600 millones, con un descuento del 40%.

Condición necesaria pero no suficiente para que vuelva el crédito

"Este es el comienzo de una nueva época. Este ejercicio garantiza que la banca tiene una buena posición de solvencia pero el futuro del mecanismo único está por decidir. Esto es una foto fija de ahora. No es una garantía de dentro de 15 años. Es una due diligence del BCE para ver lo que recibe", confirmó Linde, que insistió en que las entidades tendrán que seguir realizando esfuerzos en términos de capital.

En cuanto al crédito, Linde afirmó que el examen de solvencia del BCE coloca a la banca "en mejor posición" que antes para conceder "más crédito", si bien ha matizado que dependerá de otras condiciones como la evolución macroeconómica. "Era una condición necesaria que esta incógnita se despejara, pero no es suficiente", sostuvo.

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