Los resultados de la evaluación global a la que ha sometido el Banco Central Europeo (BCE) a los principales bancos del Viejo Continente, y que sólo ha registrado 25 suspensos entre las 130 entidades examinadas, refuerzan la expectativa de que la recuperación económica europea no se verá frenada por restricciones de crédito.
En este sentido, el vicepresidente del BCE, el portugués Vítor Constancio, ha destacado que de los 25 bancos en los que se detectó algún déficit de capital, una docena ya había adoptado las medidas necesarias para subsanar estas necesidades, incluyendo al español Liberbank, según informa Europa Press.
"El saneamiento que seguirá a los resultados y la resiliciencia demostrada garantizan que la recuperación económica no se verá dañada por restricciones en el crédito", ha indicado el vicepresidente del BCE, que ha advertido de la importancia de la demanda.
En este sentido, el banquero luso ha subrayado la importancia y rigor de las pruebas realizadas, que han examinado un 60% de los activos de riesgo de la banca, y que han sometido a las entidades a escenarios aún más exigentes que en anteriores pruebas de resistencia.
Asimismo, Constancio ha defendido que esta evaluación del sector y el inicio por parte del BCE de su nuevo rol de supervisor único bancario a partir de noviembre contribuirán a generar "igualdad de condiciones" para los bancos europeos.
A este respecto, la presidenta del Consejo de Supervisión del mecanismo único de supervisión del BCE, ha puesto de relevancia que el ejercicio al que se ha sometido a los bancos ha resultado en una importante mejora al permitir aplicar la misma definición de activos de riesgo para todas las entidades.
Por otro lado, Constancio ha subrayado que el escenario más adverso planteado a los bancos europeos en los test de estrés era significativamente superior al establecido por los reguladores y aun así "la mayoría de los bancos ha demostrado su capacidad de resistencia".
Además, el banquero portugués ha apuntado que los escenarios planteados no incluían la posibilidad de deflación en Europa porque es algo que el BCE "no considera que vaya a producirse", aunque ha querido subrayar que las pruebas si incluían una "significativa bajada de la inflación".