¿Qué es más valioso, el cerebro o el músculo? A día de hoy, dejando al margen la carne en su acepción más sexual, parece que la masa gris prevalece sobre la fuerza bruta. Es el contenido frente al continente. Si hablamos de las redes de telecomunicaciones, ¿qué tiene más valor, un pedazo de fibra óptica o los contenidos que fluyen en su interior?
Al margen de lo que cada uno opine, los mercados han sido soberanos durante la crisis del coronavirus. Mientras las grandes 'telecos' europeas caen en bolsa -Deutsche Telekom, Telefónica o Vodafone-, quienes hacen negocio sobre sus redes ya superan en muchos casos los niveles previos a la crisis: Google, Netflix, Facebook, Amazon...
El coronavirus ha sido el papel carbón que ha desvelado las realidades de uno y otro sector. Es interesante porque el debate viene de lejos. En su día César Alierta, ex primer ejecutivo de Telefónica, declaró que Google debería pagar por hacer negocio sobre su red de telecomunicaciones. Pallete, el actual presidente de la 'teleco' española, también expresó en su día que es paradójico que se pueda hacer llamadas a través de WhatsApp -de nuevo sobre las redes de los operadores- pero la norteamericana no sea tratada por los organismos regulatorios como una compañía de telecomunicaciones.
Redes vs contenidos
Son demandas justificadas para unos, pero injustificadas para otros. Los últimos aluden a que sin contenidos las redes de telecomunicaciones sólo serían plástico, no tendrían sentido. El aumento de la necesidad de ancho de banda es inversamente proporcional al uso que el usuario haga de determinados servicios, que paradójicamente jamás podrían llegar al hogar sin una buena autopista de fibra. En el polo opuesto, quienes opinan que sin cauce no hay río, que sin red no existirían los contenidos.
El valor no está solo en la interconexion física, sino en que portan el contenido que quieren ver os usuarios. Es ahí donde está el valor de las redes de comunicaciones. Ese es el poder de Google, Netflix o Apple
No es un secreto que Google, Amazon, Facebook o Apple -los denominados coloquialmente GAFA- son los reyes del mambo en bolsa. Tampoco lo es que las 'telecos' pasan por malos momentos. Tomemos como referencia la fecha del 20 de marzo, cuando la pandemia del coronavirus se adentraba en Europa. Entonces, la acción de Deutsche Telekom, el mayor operador de telecomunicaciones de Europa, cotizaba a 16,6 euros. Hoy sus títulos se compran a unos 13,5 euros. En el caso de Telefónica el descenso ha sido de 6,29 euros a 4,20 euros, y en el de Vodafone de 172,7 euros a 144 euros.
Si observamos lo que sucede con Facebook, el 20 de marzo el valor de su acción era de 195,6 euros. El viernes se movía en el entorno de los 211 euros. Los títulos de Amazon se pagaban a 1.683 euros la unidad el 20 de marzo; hoy hay que abonar 2.228 euros por cada acción. En cuanto a Netflix pasó de 303 euros a 393 euros.
Prácticamente todas las compañías analizadas -operadores y OTT- muestran un valle en la curva de su valor coincidiendo con el inicio del coronavirus -marzo-. Es en la recuperación donde las empresas de software son mejor valoradas por el mercado. En casi todos los casos alcanzan valores similares o superiores al periodo anterior a la covid-19. Una situación paradójica, repetimos, porque las redes no tendrían sentido sin contenidos, pero los contenidos no podrían distribuirse sin redes.
Existe una tipología de empresa que también está capeando el temporal bursátil con garantías. Son los llamados nodos de interconexión, centros de datos en los que se conectan los servicios de empresas como Netflix o Amazon a las redes de los operadores de telecomunicaciones para que puedan servir series o permitir la compra de productos a sus clientes, por poner dos ejemplos. Es un negocio mixto. Físico y digital. Se compone de cables que conectan unos servidores con otros pero en su interior circulan los servicios de los que disfrutamos los usuarios (Google, Spotify, Cabify...).
Es el caso de Interxion, una de las empresas más relevantes de este sector en Europa. El 20 de marzo la acción de su matriz, Digital Realty, cotizaba a 110 euros. Hoy está en 118 euros. "El valor no está solo en la interconexión física, sino en que portan el contenido que quieren ver los usuarios. Es ahí donde está el valor de las redes de comunicaciones. Ese es el poder de Google, Netflix o Apple", asegura Robert Assink, director general de Interxion en España.