Los supermercados están reforzando sus establecimientos no solo con más personal que los atienda y con más trabajadores de limpieza, sino con servicios de seguridad privados que garanticen que se cumplen las medidas puestas en marcha para evitar nuevos contagios.
Siendo de los pocos establecimientos que continúan abiertos al público tras la declaración del estado de alarma, todos ellos están extremando los cuidados para que los locales no se conviertan en focos de extensión de la pandemia. Junto con farmacias, quioscos o estancos, los supermercados permanecen abiertos para abastecer a la población de alimentos.
En este sentido, en los últimos días las compañías han contratado más personal de seguridad privada dedicado a estos servicios, sobre todo, con dos cometidos: garantizar que el aforo no sobrepasa al recomendado y que los clientes mantienen una distancia de seguridad de al menos un metro entre ellos. Así lo reconocen fuentes cercanas a compañías especializadas en seguridad, que confirman a Vozpópuli que se ha incrementado puntualmente el volumen de servicios que ofrecen a las cadenas de supermercados durante estos días.
Prosegur ya ha detectado un incremento en la solicitud de servicios durante estos días"
“Para garantizar la correcta aplicación de estas medidas, se ha reforzado la presencia de seguridad privada en todos los establecimientos”, apuntan desde Lidl. La misma medida han tomado en Mercadona, que explica que la responsabilidad de ordenar el aforo interior de la tienda será del responsable del establecimiento y, en su caso, “de la persona o del agente de seguridad privada designado por él”.
Prosegur, por ejemplo, ya ha detectado un incremento en la solicitud de servicios durante estos días, tal y como ha podido saber este medio tras contactar con algunos trabajadores de la compañía, que ha declinado pronunciarse oficialmente al respecto. Otra de las más demandadas ha sido Ilunion, que también ofrece este tipo de servicios.
Alcampo y Carrefour
A estos refuerzos se suman otras cadenas como Alcampo o Carrefour, que cuentan con grandes hipermercados en los que es necesario que haya un control constante. No ha ocurrido lo mismo, por ejemplo, con tiendas como las de Dia, en las que, al ser supermercados más pequeños en los que el tráfico de clientes es más frecuente a lo largo del día, no han necesitado medidas adicionales de seguridad.
Con todo, como reconocen desde la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), la contratación de mayor personal ha sido necesaria en casi todas las áreas. “Hemos reforzado nuestros equipos logísticos y de reposición en los distintos establecimientos, así como los sistemas de reparto domiciliario y de comercio electrónico”, cuentan.
