Economía

El crédito al consumo se desploma un 42% durante la pandemia

La difícil situación económica y el aumento del paro hacen saltar las alarmas en las entidades financieras en sus préstamos más rentables

  • Tarjetas de crédito.

Las entidades bancarias han concedido 8.937 millones de euros en créditos al consumo a los hogares españoles entre los meses de marzo y julio, casi la mitad (-41,63%) que en el mismo periodo del año anterior (15.321 millones), de acuerdo con los últimos datos recogidos por el Banco de España. En lo que va transcurrido de 2020, los bancos han prestado 14.895 millones de euros en este tipo de créditos, un 28,83% menos que en los siete primeros meses de 2019 (20.931 millones)

Con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 18,5% en el segundo trimestre del año (22,1% en tasa interanual), un millón de ocupados y asalariados menos y más de 3,36 millones de parados, un 15,33% de la población activa, el consumo de los españoles está obligado a restringirse, máxime cuando, además, los hogares tienen que endeudarse para cambiar de coche o motocicleta o acceder a televisores y ordenadores de alta gama.

La concesión de créditos al consumo a particulares y empresas siempre ha viajado en paralelo con la situación de la economía. En 2007, el año que dio origen a la crisis financiera, los bancos llegaron a conceder más de 55.000 millones de euros para financiar el entonces imparable consumo de los hogares. En 2012, las consecuencias del parón económico redujeron esa cifra a sólo 12.811 millones, cuatro veces menos. Desde entonces, coincidiendo con la vuelta al crecimiento del PIB, el dato no ha dejado de crecer hasta alcanzar los 36.237 millones el pasado año. Fin de otro trayecto. La pandemia ha empujado el PIB hacia abismos nunca antes alcanzados y las consecuencias se han dejado ver de forma inmediata en todas las actividades.

Todo se vino abajo en marzo

2019 había comenzado con crecimientos en la actividad bancaria tradicional: concesión de créditos y captación de depósitos. En los dos primeros meses del año se firmaron más créditos al consumo que en enero y febrero de 2019. Pero llegó marzo, la declaración del estado de alarma y todo se vino abajo como un castillo de naipes. En abril se pasó de 2.842 millones de nuevos créditos al consumo a apenas 626 millones.

Ni siquiera el final de la situación de alerta y la consiguiente suavización de las restricciones a la movilidad personal ha cambiado la tendencia, aunque sí haya mitigado algo el desplome. En junio y julio la caída se ha limitado al 18% en relación con los mismos meses de 2019, aunque en el conjunto del año la pérdida sigue siendo muy alta, del 28,8%.

En los últimos ejercicios, la banca se ha quejado de la falta de demanda solvente en unos momentos en que existe una oferta infinita de dinero desde que el BCE se decidiera a apoyar la economía europea y regalara el dinero a partir del mes de marzo de 2016. La situación puede empeorar en los próximos trimestres.

Los créditos al consumo son uno de los productos más rentables para los bancos. El tipo de interés TAE se sitúa en la actualidad ligeramente por encima del 8%, cuando un crédito hipotecario devenga un interés para el prestatario del 1,92% con los últimos datos del Banco de España. Como contrapartida, los bancos exigen menos garantías reales, por lo que el índice de morosidad es más elevado y los riesgos para la entidad, mayores. De hecho, el fuerte aumento de los últimos años ha obligado al Banco Central Europeo y el Banco de España a realizar una serie de llamamientos para que las entidades financieras españolas moderen la concesión de dinero para estos fines.

Ninguno de los grandes bancos ha sido ajeno al frenazo de la actividad crediticia en la primera mitad del año. Banco Santander notificó en los resultados del primer semestre una caída del 55% en la concesión de créditos al consumo en España en relación con el año anterior, en línea con la ralentización de la actividad económica. El banco que preside Ana Botín habla de una normalización gradual desde el mes de mayo, “aunque cree que llevará tiempo recobrar la actividad perdida”.

BBVA constata una reducción de los préstamos hipotecarios y al consumo, incluyendo tarjetas de créditos, que ha podido ser compensada por las líneas garantizadas por el ICO para pymes y grandes empresas. En Bankia, el crédito comercial se ha reducido un 21,3% en el primer semestre y en Caixabank, un 3,3%, aunque la caída entre abril y junio ha sido mayor (4,1%). En Banco Sabadell, el descenso ha llegado al 19%.

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