La media de ventas en septiembre pasado ha sido de un coche semanal por concesionario, según los cálculos realizados por la asociación nacional de importadores (Anicam) tras conocerse el registro de matriculaciones el mes, que con poco más de 35.000 unidades es el peor de la historia.
Esta media resulta de la caída de las ventas en el canal de los clientes particulares, los que compran en concesionarios, que ha sido del 43,7%, con un registro de 17.429 unidades. Sin embargo, con esta media, aplicada a la realidad, "es seguro que haya concesionarios que no hayan vendido ningún coche", explica Germán López Madrid, presidente de Aniacam, en un comunicado.
Esta circunstancia "ahonda aún más las dificultades que están teniendo muchos concesionarios para sobrevivir, junto con la baja facturación y entradas en el taller". Ante esta situación, la puesta en marcha del Plan PIVE es una buena noticia para lograr el rejuvenecimiento del parque automovilístico, aunque "la noticia llega lastrada por la falta de acceso al crédito y la baja confianza de los consumidores", según el presidente de Aniacam.
"Llevamos años queriendo corregir la antigüedad del parque automovilístico español que, con la crisis, se ha convertido en el más antiguo de Europa, con las consecuencias que ello implica en materia de seguridad vial y medio ambiente", afirma López Madrid. Sin embargo, "no es posible extrapolar los datos sobre el histórico del último plan de achatarramiento en el que se produjeron más de 100.000 adicionales en un año", matiza Germán López Madrid.
En aquella época se vendía más de un millón de coches en España y el canal de particulares, en concreto, representaba 600.000 unidades, mientras que 2012 acabará en el canal de particulares en alrededor de 300.000 unidades lo que hace prever que el plan de achatarramiento en 2012-2013, en lugar de conseguir las 100.000 unidades adicionales, se llegará a 75.000 unidades.
Actualmente se están dando de baja mensualmente alrededor de 38.000 vehículos de más de 12 años y con el nuevo Plan PIVE, que beneficiará a más del 65% de la oferta de vehículo nuevo, el ritmo de achatarramiento se aumentaría en más de un 20% mensual, por lo la mejora representaría acabar el año con 720.000 unidades, en vez de las 700.000 previstas hasta ahora. De cumplirse esta nueva previsión, cerraría con una caída del -8% frente a 2011, lo que mejorará, gracias al Plan PIVE, la caída acumulada que lleva el año (-11%)