El Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña (CIAC) ha pedido al Gobierno que devuelva los test de Covid-19 que fueron requisados a las empresas así como los trajes de protección EPI que habían comprado las compañías para sus trabajadores para preparar el regreso a la actividad en la industria. El presidente del clúster, Josep Maria Vall, denuncia en un comunicado que las empresas del sector del automóvil han buscado proveedores, han hecho las comandas, con las dificultades que hay, para tener los EPI y los test esta semana para poder iniciar la actividad con las máximas precauciones y ahora el Gobierno se los quita de las manos.
La entidad que agrupa a las empresas catalanas del sector de la automoción explica que, ante el regreso a la actividad tras la hibernación por la pandemia del coronavirus, las compañías, asesoradas por los servicios de prevención, hicieron unas planificación de las necesidades de EPI y test de detección de la Covid-19. El presidente del clúster denuncia por ello la falta de previsión del Gobierno, pues mientras algunos como el sector de la automoción planifican, otros no, pero lo quieren compensar a golpe de decreto.
La organización argumenta que si los trabajadores saben si tienen o no coronavirus resulta una información que ayudaría mucho a mantener un alto nivel de seguridad, pero sin los test se corre el riesgo de que se generen nuevos focos. "No entendemos -agrega- porque no podemos hacer test a unos trabajadores que ahora mismo necesitan sentirse seguros".
El clúster sostiene que la política de test masivos, junto a otros factores, se está demostrando como una acción eficiente en la lucha contra el virus, y recuerda que según los datos recogidos hasta la fecha, España multiplica por tres la cifra de muertos de Alemania y supera de lejos a Corea de Sur, con una cifra de población similar a la española.
Quejas después del apoyo
La entidad agrega que ha comentado esta situación con otras organizaciones de la automoción españolas, que le han confirmado la misma situación, pues el Gobierno también les ha requisado test de detección e incluso EPI. "Todavía no nos lo creemos -agrega Vall-. El sector ha colaborado desde el primer día en fabricar equipos de protección y respiradores de manera gratuita y ahora nos encontramos que nos requisan unos test que muchas empresas consideran imprescindibles para asegurar a sus trabajadores la máxima seguridad posible".
Y es que el sector del automóvil, que ha estado prácticamente paralizado en todas sus actividades, han optado por colaborar de forma desinteresada en la lucha contra el coronavirus con iniciativas de todo tipo, encaminadas a ofrecer apoyo al sector sanitario sobre todo, pero también a las fuerzas de seguridad. Muchas marcas de coches en España han puesto sus instalaciones y sus medios dirigidos a la producción de los mecanismos de protección que más necesitan los sanitarios, como mascarillas y pantallas protectoras y, sobre todo, respiradores artificiales.
Entre ellas Seat, en cuya planta de Martorell ha destinado la línea 1 de producción en la que hasta ahora montaba la nueva generación del León, a producir respiradores que fueron homologados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios para investigación clínica.