El Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Economía están negociando a contrarreloj un nuevo objetivo de déficit con Bruselas para el año 2016 tras el desvío que registraron las cuentas en 2015, cuando acabaron con un saldo negativo del 5%, casi 10.000 millones por encima de lo pactado con las autoridades comunitarias.
Aunque el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, dijo la semana pasada que en la actualización del Programa de Estabilidad tendría que figurar sí o sí el 2,8% acordado el año pasado, el Gobierno ha empezado finalmente a negociar una cifra más realista y que no suponga un freno para la recuperación económica.
El Programa de Estabilidad vigente se extiende hasta 2018 y contempla una reducción del saldo negativo de las cuentas al 2,8% este año, al 1,4% en 2017 y al 0,3% en 2018. Estas cifras son muy ambiciosas y obligarían a España a hacer un ajuste de unos 20.000 millones solo en este ejercicio.
Por ese motivo, el Gobierno ha decidido finalmente empezar ya a negociar con Bruselas una suavización, aunque esté en funciones. El objetivo es transmitir el mensaje de que se seguirá reduciendo el déficit, pero sin la obligación de dejarlo por debajo del 3% este mismo año. Además el equipo de Montoro tendrá que incluir en la actualización el objetivo de 2019.
Casi todos los partidos y organismos coinciden en la necesidad de flexibilizar estos objetivos para dar una tregua a los ciudadanos tras años de duros ajustes. De hecho, PSOE y Ciudadanos incluyeron en su acuerdo de gobierno el objetivo de negociar nuevas cifras de déficit con las autoridades europeas para dejar el saldo por debajo del 3% en 2017 y lograr unas finanzas públicas saneadas al final de la legislatura.
¿Cambios en las previsiones?
Siempre que el Gobierno actualiza el Programa de Estabilidad aprovecha para revisar también sus previsiones económicas, que en esta ocasión son ligeramente más optimistas que las del resto de organismos y servicios de estudios. Uno de los últimos en revisar a la baja sus estimaciones ha sido el Banco de España, que rebajó una décima su previsión para 2016, hasta el 2,7%, y aseguró que la economía se moderará al 2,3% en 2017.
El Gobierno aprovechará también para actualizar el cuadro macro, que no contempla el impacto de la caída del crudo y es más optimista que el de otros organismos
El cuadro económico del Gobierno, en cambio, contempla un incremento del PIB del 2,9% este año y del 3% el año que viene. Lo normal sería que el Gobierno rebajara ligeramente estas cifras, aunque hace unos meses Luis de Guindos explicó que también habría que incorporar el impacto de la caída del crudo en la economía, que podría impulsar medio punto el PIB, reducir en unos 15.000 o 20.000 millones la balanza de pagos y hacer que la inflación caiga un punto más de lo previsto.
Junto a la actualización del Programa de Estabilidad, el Gobierno envía tradicionalmente a Bruselas el Plan Nacional de Reformas, un documento en el que repasa los cambios que ha puesto en marcha atendiendo a las recomendaciones europeas, cuantifica los efectos de las reformas, analiza los progresos para alcanzar los objetivos nacionales de la estrategia europea 2020 y explica los cambios adicionales aplicados para impulsar el crecimiento.
Explicará las nuevas medidas que han exigido a las CC.AA.
En este plan se detallarán las nuevas medidas que el Gobierno ha impuesto a las comunidades autónomas en los últimos días para reducir el déficit, como el acuerdo de no disponibilidad de gasto para este año con el que pretende asegurarse de que los recursos extra que recibirán las comunidades en 2016 se destinarán única y exclusivamente a reducir el déficit.
El Plan Nacional de Reformas incluirá las medidas impuestas a las CC.AA. por no cumplir con el déficit y las que se adoptarán para premiar a las que sí lo han hecho
Además, explicará las iniciativas en las que está trabajando para premiar a las regiones que sí han conseguido cumplir el objetivo de déficit de 2016 (País Vasco, Canarias y Galicia), entre las que se encuentra la posibilidad de dejar que se sigan financiando a través de la Facilidad Financiera al 0% como en 2015.
En cualquier caso, Guindos tiene previsto comparecer en el Congreso de los Diputados antes de enviar los documentos a Bruselas para explicar las cifras a los grupos políticos, tal y como le habían pedido casi todas las formaciones. Además, confía en no tener que apurar hasta el último día de abril para enviar todo a Bruselas, dada la proximidad de la fecha límite para formar Gobierno.
Los sindicatos también han reclamado al Gobierno que se les informe del Plan de Reformas, puesto que determinará las acciones que se tomarán en los próximos meses. De hecho, el jueves, CC.OO. y UGT enviaron una petición formal a la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno para que inicie el proceso de información y consulta a los interlocutores sociales, en cumplimiento de los acuerdos nacional y europeo sobre la de los agentes sociales participación en este ámbito.