El déficit público de 2015, que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas dará a conocer este jueves, será considerablemente más alto de lo previsto y superará incluso el 5% del PIB, según confirmaron fuentes oficiales a Vózpopuli. Esta cifra supone un desvío de más de 8.000 millones respecto al objetivo que el Gobierno de Mariano Rajoy había pactado con Bruselas (4,2%) y hace aún más difícil alcanzar el déficit previsto para este año (2,8%).
El dato de 2015 constata que el Gobierno ha incumplido un año más el Programa de Estabilidad y supera con creces la previsión del 4,5% que los diferentes miembros del Ejecutivo sostenían en público hasta hace unos días. De hecho, solo después de las elecciones de diciembre el Gobierno empezó a reconocer un posible desvío y siempre dijo que serían apenas unas décimas.
Respecto al año 2014, el déficit se ha reducido menos de un punto, algo que, según los expertos consultados por este periódico, se debe a las medidas que aprobó el Gobierno con la vista puesta en las elecciones. La más llamativa y la que más cara ha salido al Estado ha sido la reforma fiscal y, en concreto, el adelanto de la rebaja del IRPF prevista para enero de 2016. Esta iniciativa ha hecho que la recaudación de este tributo haya perdido fuelle en los últimos meses del año.
En este escenario, la tarea de reducir un déficit que supera el 5% al 2,8%, más de dos puntos de PIB, se antoja muy complicada a pesar de la buena evolución de la economía. Así, aunque el PIB siga creciendo por encima del 2,5% y ayude a mejorar los ingresos, el futuro Gobierno tendría que hacer un fuerte ajuste en ingresos y gastos que podría llegar a alcanzar los 20.000 millones de euros.
La situación se complica aún más si se tiene en cuenta que el equipo de Mariano Rajoy sigue gobernando en funciones y sin margen de maniobra para tomar grandes decisiones. Y de momento no hay acuerdo entre los partidos para formar Gobierno, lo que mantiene viva la posibilidad de que se acaben celebrando nuevas elecciones el 26 de junio. De ser así, cualquier nuevo Ejecutivo no podría empezar a actuar sobre el déficit hasta después del verano, lo que retrasaría los ajustes pendientes hasta 2017 o incluso 2018.
El profesor de ESADE Jesús Palau cree que el ajuste necesario para reducir el déficit del 5% al 2,8% alcanzaría los 20.000 millones y sería terrible para los ciudadanos y la economía. Para evitar esta situación, considera necesario renegociar los objetivos pactados con Bruselas y en ningún caso asumir una cifra que implique una reducción de más de un punto en un solo ejercicio. A largo plazo, Palau cree que hay que solventar el problema de ingresos que tiene España actuando sobre el Impuesto de Sociedades y las rentas del capital.
Los expertos creen que 2016 será un año perdido en la lucha contra el déficit y que los ajustes llegarán en 2016 y 2017
Por su parte, el director de Estadística y Coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), Ángel Laborda, cree que el ajuste necesario para llegar al 2,8% rondaría los 14.000 millones, puesto que la buena evolución del PIB garantizaría una reducción adicional del déficit de cerca de un punto. En cualquier caso, Laborda cree que el 2016 se puede “dar por perdido” en la lucha contra el déficit dada la situación política del país y vaticina un saldo cercano al 4%.
En la misma línea se manifiesta el jefe del Departamento de Análisis de Intermoney, Francisco Vidal, que cree que los grandes ajustes llegarán en los años 2017 y 2018 cuando España tenga un Gobierno estable. Según Vidal, el déficit este año podría alcanzar el 3,6%, así que hay que negociar con Bruselas a pesar de que la incertidumbre sobre quién va a gobernar dificulte un poco la tarea. De hecho, cree que los grandes partidos deberían firmar un pacto para ir con una posición fija a dicha negociación.
Fedea y el IESE quieren elevar la recaudación de IVA
Desde la Fundación de Economía Aplicada (Fedea), el investigador Javier Ferri aventura un desvío mucho mayor en 2016 que en 2015 porque el objetivo del 2,8% es a todas luces imposible, aunque el PIB crezca más de lo previsto, algo que no parece muy probable en estos momentos. A su juicio, habría que plantearse un objetivo que realmente se pueda cumplir, cerca del 3,5%, y dar una vuelta a la reforma fiscal para elevar la recaudación de IVA y Sociedades.
Piden que se fijen objetivos posibles para evitar desvíos y tirones de orejas de Bruselas
El profesor del IESE José Ramón Pin achaca el desvío del déficit en la parte final de 2015 a la incapacidad del Gobierno de Rajoy de reducir los gastos de las Administraciones Públicas, algo “muy complicado “en un año electoral, y a las últimas medidas para ganar votos en las elecciones del 20 de diciembre. También cree que habría que plantear un déficit más próximo al 3,5% y actuar a largo plazo en ingresos y gastos, subiendo los tipos de IVA y racionalizando considerablemente la administración.
En cualquier caso, todos los expertos creen que el Gobierno debería empezar a plantearse con seriedad la necesidad de negociar con Bruselas objetivos factibles para evitar los desvíos de los últimos años y los tirones de orejas de las autoridades comunitarias. Y tiene la oportunidad perfecta para hacerlo este mes de abril, que tiene que enviar la actualización del Programa de Estabilidad y el Plan Nacional de Reformas a la Comisión.
