La creación de una renta mínima estatal en España, como la que propone la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), serviría para acabar con las grandes desigualdades que existen entre comunidades autónomas, en cuanto a la prestación percibida (oscila desde el máximo de 727 euros que se cobran en el País Vasco a los 300 euros que reciben en Murcia), la duración del subsidio y la tasa de cobertura de hogares en situación de pobreza que cobran esta renta.
En España no existe una renta mínima nacional, sino que como explica la Airef en su informe "las rentas mínimas de las comunidades autónomas son el único instrumento no categórico que ofrece protección frente al riesgo general de pobreza" y, lamentablemente, presentan unos "niveles reducidos de eficacia en términos de redistribución" por lo que son poco efectivos "a la hora de reducir las tasas de pobreza".
Otro de los problemas que detecta la institución que preside José Luis Escrivá es que el esquema actual "desincentiva la participación en el mercado laboral", algo que se podría evitar haciendo complementario el cobro de la prestación con el empleo.
Los sistemas autonómicos presentan importantes diferencias tanto en diseño como en prestaciones"
" La ausencia de mecanismos de coordinación y la autonomía completa de los gobiernos territoriales en el diseño, gestión y financiación de los programas de lucha contra la pobreza han dado lugar a un rango de variación muy amplio en la protección recibida por los diferentes tipos de hogar. La completa descentralización ha propiciado una cobertura muy heterogénea de los hogares con menores recursos,
tanto en términos de población atendida como en cuanto a la suficiencia económica de las prestaciones, muy superior a las diferencias naturales que pueden imponer las propias divergencias en los niveles de vida en cada territorio", afirman.
La brecha entre el norte y el sur
La primera diferencia se encuentra en las cuantías de las rentas mínimas, que oscila desde los 726,47 euros en el País Vasco -la comunidad más generosa-, seguida de la Comunidad Foral de Navarra (707,6 euros), hasta los 300 euros que se cobran en la Región de Murcia o en la ciudad autónoma de Ceuta. En la parte baja de la tabla se encuentran también la Comunidad de Madrid (con 400 euros) y Galicia y La Rioja (con 403,38).
También hay distancias en qué porcentaje de los hogares sin ingresos están cubiertos por la renta mínima. Ahí se observa que en algunas comunidades esta tasa de cobertura supera el 100% (lo que quiere decir que no sólo los hogares sin ingresos reciben la prestación, sino que hay muchos más cubiertos), como es el caso del País Vasco, con un ratio del 374,3%, mientras que en otros como Castilla-La Mancha menos del 10% de los hogares sin ingresos reciben la renta mínima.
La duración de los programas de rentas mínimas también supone grandes diferencias entre comunidades autónomas: la recepción del subsidio es indefinida en Castilla y León, la Comunidad de Madrid y el País Vasco; puede llegar a durar dos años en Canarias, Cantabria y la Comunidad Foral de Navarra; dura un año en La Rioja, la Región de Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Baleares, Aragón y Melilla; mientras que las más desfavorecidas son Andalucía, la Comunidad Valenciana, Galicia y Ceuta, donde sólo dura seis meses.