Los exámenes de conducción de Tráfico siguen siendo un quebradero de cabeza para las autoescuelas, desbordadas de alumnos que siguen esperando fecha para poder presentarse a la prueba práctica. En respuesta a un comunicado de la DGT, donde se afirma que se han examinado 15.300 alumnos más de circulación que en el pasado verano, el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), Enrique Lorca, advierte que a pesar de ello no han conseguido desatascar el tapón de exámenes prácticos pendientes» y pide soluciones urgentes y definitivas.
Enrique Lorca considera que la solución «pasa por varios ministerios» e insta a que se abra un diálogo entre ellos para solventarlo de manera rápida y sostenible. Los números hablan por sí solos. El déficit acumulado es grande y la realidad es que aún con las medidas adoptadas por la DGT este verano, muchos alumnos no se han podido examinar, y tampoco hay perspectivas de ello para el futuro inmediato. Pere Navarro, director general de Tráfico, ya señalaba el pasado mes de junio ante la Comisión de Seguridad Vial que durante el estado de alarma se habían quedado sin examinar casi 270.000 aspirantes.
A esta cifra hay que sumar los alumnos que, aprovechando el fin del confinamiento y la llegada de las vacaciones estivales, han querido sacar el permiso de conducir en los últimos meses, provocando que el embotellamiento de exámenes sea mucho mayor. Además, en las circunstancias actuales, muchos prefieren optar por el transporte privado para evitar una mayor exposición a contagios.
700 cierres de autoescuelas
Todo esto ha originado un aumento en la demanda que ha quedado paralizada por la insuficiente capacidad de realizar exámenes por parte de la Administración, lo que supone un grave problema económico y social que afecta de manera directa a los alumnos y a las autoescuelas, provocando que muchas de ellas se vean abocadas a cesar su actividad. Así, en los últimos años, cerca de 700 centros de formación vial han tenido que cerrar definitivamente.
Representantes de CNAE se ha reunido con la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, integrada por distintos grupos políticos, a los que se les ha explicado la delicada situación del sector, y se le han propuesto distintas soluciones para atajar el problema de raíz, propuestas que ya se enviaron al director general de Tráfico, con quien tiene previsto volver a reunirse en los próximos días el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas.
Fuentes de CNAE proponen crear una bolsa de examinadores interinos, formada por los aspirantes a examinador, que hayan aprobado pero no conseguido plaza todavía. Estos profesionales podrían incorporarse a requerimiento de DGT, para examinar en momentos en los que haya mayor demanda, como ocurre en la actualidad. «Tenemos referentes de que este sistema se podría llevar a cabo, ya que se aplica con buenos resultados en Educación, Judicatura, Hacienda…» apuntan desde la Confederación Nacional de Autoescuelas.
Recientemente la DGT ha sacado a concurso una licitación para empresas que, debidamente acreditadas y bajo el control de la Administración, inspeccionen las autoescuelas, los cursos de sensibilización y reeducación vial, los de mercancías peligrosas, y los de motocicletas. Otra propuesta desde CNAE sugiere que se prepare y habilite a parte de ese personal encargado de las inspecciones para reforzar el servicio de exámenes cuando la situación lo requiera.
Puesto que dichas propuestas podrían tardar en ponerse en marcha, y tanto los alumnos como las autoescuelas no pueden aguantar por mucho más tiempo, desde CNAE piden que de forma provisional y urgente se tomen otras medidas como la utilización de guardias civiles en la reserva, policías locales, mossos d´esquadra, ertzaintzas, policías forales, militares, etc. aunque sólo sea para las pruebas de destreza en pista. Una acción que liberaría un número importante de examinadores para centrarse en los exámenes de circulación.