La Dirección General de Tráfico (DGT) ve un problema en los precios de las tarifas de telefonía móvil, que en nuestro país vienen marcados por Telefónica, Orange y MásMóvil pero sobre todo por los pequeños operadores, denominados Operadores Móviles Virtuales (OMV). La guerra de precios prende la mecha en las pequeñas compañías, que obligan a las grandes a ajustar cada vez más y más los precios.
Pese a este escenario generalizado de descenso en los precios -la inflación masiva no afecta a las tarifas del sector, que siguen bajando-, los costes de Internet son para Tráfico muy altos en un escenario de coche conectado como el que se avecina.
Es algo que deja claro en el pliego de prescripciones técnicas para el desarrollo de la plataforma DGT 3.0, el embrión del que será el coche conectado, que con el paso del tiempo permitirá a los vehículos moverse por las calles y carreteras españolas -y del mundo- sin conductor.
"Debido a los diversos rangos de cobertura de las comunicaciones móviles en España en función del territorio, la plataforma y los productos desarrollados del lado cliente deben desarrollarse pensando en que la tecnología de transmisión de datos, a medida que el vehículo se mueve, puede conmutar directamente entre GPRS, 3G, 4G, 5G etc. Además, el envío de datos que en un futuro podría llegar a ser más extendido y a un costo menor en modalidades de tarifa plana, a día de hoy resulta costoso", refleja el documento, al que ha tenido acceso Vozpópuli.
El texto añade que "por este motivo, también es imprescindible que la plataforma DGT 3.0 del lado del cliente minimice el envío de las coordenadas a solamente aquellas imprescindibles para proveer la información relevante para caracterizar la incidencia".
La DGT podrá acceder a la información concreta del vehículo o conductor -como la localización- cuando haya un riesgo para la seguridad via
Los datos son de suma importancia para un servicio, como el que pretende servir la Dirección General de Tráfico, que requiere, entre otros, de la localización de los vehículos y el tratamiento de una cantidad ingente de información en la nube para que el tráfico se desarrolle con normalidad, sin incidentes. Una localización a la que la DGT accederá en tiempo real, tal y como explicó este diario.
"Sabemos pues que la tecnología de comunicaciones en determinados momentos puede poseer espacios de ancho de banda restringido, llegando incluso a cortarse la comunicación, que las compañías de comunicaciones tarifican de una forma mayoritaria por cantidad de datos transmitidos y que DGT 3.0 incrementará de forma exponencial su utilización y capacidad de proceso a medida que se incremente el número de vehículos conectados", explica el pliego de prescripciones técnicas.
El texto añade que "por este motivo, la plataforma DGT 3.0 tendrá que definirse utilizando protocolos ligeros, que no sobrecarguen las líneas de comunicaciones, que intercambien solo y exclusivamente la información necesaria para el fin que es recabada, que sean capaces de gestionar la carencia de comunicaciones en un instante dado y, por último, que sean fácilmente procesables en un entorno de tiempo real como el que nos ocupa".
Datos a los que accederá la DGT
La DGT podrá acceder a la información concreta del vehículo o conductor -como la localización- cuando haya un riesgo para la seguridad vial, se entiende que esto abarca situaciones como conducción temeraria, exceso de velocidad, coches que ignoren las señales de tráfico, etcétera. A la plataforma también estarán conectadas administraciones públicas y ayuntamientos, piezas clave en el desarrollo del vehículo conectado.
La plataforma recogerá datos y realizará cálculos en la nube en función de la información recopilada. La DGT considera que esto mejorará de forma exponencial, a la baja, el número total de incidentes registrados en la actualidad. Los incidentes son situaciones viales como carreteras con hielo, agua, accidentes, carreteras cortadas, retenciones, etcétera.