A pesar de haber sido un año atípico, algunos bancos han querido volver al dividendo para así retribuir a sus accionistas. No todo el sector lo hará, pero los que han optado por aferrarse a la letra pequeña del Banco Central Europeo, 'regarán' a sus inversores con 737 millones de euros.
Bankinter fue el primer banco en anunciar que volvería al dividendo en 2020. La entidad que dirige María Dolores Dancausa entregará 45 millones con cargo a las cuentas del ejercicio anterior. Esto supone una entrega de 0,05 euros por acción.
Banco Santander será el grupo que mayor dividendo entregue. El consejo tiene la intención de pagar 2,75 céntimos por acción en efectivo, lo que supone un desembolso de 476,8 millones de euros. En este sentido, Caixabank hará lo mismo una vez se haya cerrado la fusión con Bankia. El gigante financiero que salga de esta unión repartirá entre sus accionistas 216 millones de euros, a razón de 2,68 céntimos por título.
Por el contrario BBVA y Banco Sabadell no repartirán dividendo con cargo a las cuentas de 2020. La entidad que preside Carlos Torres prefiere esperar a que el BCE levante el veto en octubre y espera poder volver a remunerar con un pay out del 40%-50%.
En el caso de la entidad catalana, su presidente, Josep Oliu, explicó en rueda de prensa que el banco se reservaba este derecho al haber podido distribuir un dividendo con cargo a las cuentas de 2019. Aunque también espera poder volver a retribuir a sus inversores en 2021.
El dividendo y el BCE
El Banco Central Europeo (BCE) pidió a cierre de 2020 a los bancos que se abstuvieran o limitaran los dividendos hasta el 30 de septiembre de 2021 aunque abrió la puerta a una remuneración al accionista siempre y cuando ésta no superase el 15% del pay out o no excediera de los 20 puntos básicos de capital CET1.
"Los bancos que pretenden pagar dividendos o recomprar acciones deberán ser rentables y tener trayectorias de capital sólidas", señalaba el supervisor en un comunicado, en el que añadía que la banca debería de abstenerse de distribuir dividendos provisionales con cargo a sus ganancias de 2021.
Según el BCE, la recomendación anterior de suspensión temporal de todos los dividendos en efectivo y recompras de acciones del 27 de marzo de 2020 (y su posterior prórroga el 28 de julio) reflejaba las circunstancias excepcionales y desafiantes a las que se enfrentó la economía europea en 2020.
Ahora, reconoce que las circunstancias han cambiado porque hay "mayor visibilidad" en las proyecciones macroeconómicas. No obstante, el BCE pide máxima prudencia a toda la banca ya que "sigue siendo necesario un enfoque prudente continuo, ya que el impacto de la pandemia en los balances de los bancos no se ha manifestado en su totalidad".