El Departamento de Trabajo de Estados Unidos (EEUU) ha comunicado este jueves que un total de 3,28 millones de personas solicitaron la semana pasada acogerse a las prestaciones por desempleo en el país, debido al número extraordinario de despidos que se han producido por el coronavirus.
La escalofriante cifra contrasta con las 282.000 solicitudes que se habían producido la semana anterior, lo que supone que ha habido un incremento del 1063% en sólo una semana, a medida que el virus penetra en un país en el que 27 millones de personas no cuentan con seguro médico. Este incremento sin precedentes ha superado con creces el récord histórico de 695.000 solicitudes que se produjo en el año 1982.
La cifra es aún más negativa de lo que esperaban los analistas más pesimistas, que barajaban que se produjera un repunte de las solicitudes hasta los 2 millones esta semana, como había previsto el servicio de estudios de ING.
Algunos economistas ya han advertido del negativo impacto que va a tener la crisis sanitaria en la economía estadounidense, que ha sufrido un importante revés cuando se encontraba en un momento muy dulce: pleno empleo, economía boyante y bolsas en máximos históricos. El impacto que va a tener la crisis sanitaria en el país podría incluso dificultarle a Donald Trump la reelección en las elecciones presidenciales de noviembre.
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