Mucho se ha escrito sobre los efectos que generará la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros, pero todos relacionados con el empleo. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), por ejemplo, dijo que el incremento hará que se creen 40.000 empleos menos y el Banco de España avisó de que podría acabar expulsando del mercado laboral a los jóvenes y los más mayores.
Pero lo cierto es que esta subida, la mayor de la democracia, tiene más lecturas. EAE Business School ha hecho una muy interesante sobre el efecto que generará el incremento en la inflación, lo que, a su vez, podría obligar a subir aún más las pensiones ahora que se ha decido volver a usar los precios como índice de referencia para asegurar el poder adquisitivo de las jubilados.
Y es que la subida del salario mínimo incrementará la renta disponible de muchos ciudadanos. De hecho, la AIReF estima que afectará a 1,2 millones de trabajadores, el 8% del total, y que elevará su renta disponible en 1.700 millones, lo que a su vez redundará en una ligera mejora del consumo. Y por eso aumentará la inflación.
El IPC se ha recuperado como factor de revalorización, lo que obligará a subir más las pensiones si aumentan los precios
Si la inflación sube más de lo previsto, el Gobierno se verá obligado a aumentar el gasto en pensiones, ahora que el IPC para haber vuelto para quedarse como indicador de referencia al actualizar las pensiones. El Pacto de Toledo lo incluirá en sus recomendaciones y el Gobierno de Pedro Sánchez quiere incluso plasmar ese compromiso en la ley para que ningún Gobierno vuelva a saltárselo.
Y eso presionará y mucho el gasto en pensiones, que actualmente ya se llevan cuatro de cada diez euros del Presupuesto. En las cuentas de 2018, el gasto pensiones ascendió a 144.834 millones, un 3,7% más que en 2017 y un 40,8% del gasto total. Y no parará de subir.
Cada vez se suman más pensionistas al sistema y los nuevos jubilados perciben pensiones más elevadas porque han desarrollado carreras de cotización más largas y con sueldos más elevados. Por ejemplo, en 2008 había 8,4 millones de pensionistas en España y hoy la cifra ya está en 9,6 millones.
Más de 9.200 millones al mes
Y la nómina mensual que tiene que hacer frente la Seguridad Social para pagar sus prestaciones rondaba los 6.000 millones. Hoy se pagan más de 9.200 millones, un 30% más. La reforma del año 2013 iba a contener considerablemente el gasto a costa de unas prestaciones más bajas, pero hoy esa reforma ya es historia.
Con esos 9.200 millones mensuales no solo se financian las pensiones de jubilación, también las de incapacidad permanente, viudedad, orfandad y favor de familiares. Todas las prestaciones han mejorado en los últimos diez años, pero ninguna tanto como la de jubilación.
De hecho la pensión media del sistema ha pasado del entorno de los 800 euros en 2008 a los más de 1.100 euros de hoy en día. Las prestaciones de los nuevos pensionistas, que hoy superan los 1.300 euros de media, son las que están elevando la media total.
Los nuevos jubilados que se dan de alta en el sistema cobran, de media, 500 euros más que los que se dan de baja
Es verdad que en los últimos meses se ha empezado a ver cierta contención por el efecto de la crisis y de la reforma de 2011, pero los nuevos jubilados siguen cobrando, de media, unos 500 euros más al mes de lo que cobraban los pensionistas que se ido dando de baja del mismo.
Lo que está claro es que el repunte del gasto en pensiones va a ser uno de los grandes desafíos del país en los próximos años y que una medida como la del SMI, como sostiene EAE Business School, puede suponer un problema añadido para un sistema que hoy en día sigue con un déficit de más de 18.000 millones de euros.