La actividad turística se ha frenado en seco por las restricciones a viajar que los diferentes países están imponiendo ante el miedo a la expansión del coronavirus. Aerolíneas, hoteles y agencias de viajes comparten la agonía de hacer frente a una avalancha de cancelaciones para las próximas semanas. La industria se ha visto abocada al cierre temporal de la mayoría de los establecimientos, así que ahora busca la manera de conseguir liquidez para sobrevivir hasta que pase la tormenta.
El sector ha buscado apoyo financiero en los Gobiernos, pero hasta que eso ocurra algunas compañías intentan mantener el vuelo con ofertas en los viajes para la temporada estival. César Gutiérrez, presidente de la Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas (FETAVE), asegura que los operadores "están bajando los precios para verano con el objetivo de ganar liquidez", con descuentos de entre el 30% y el 40%.
El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, también reconoce que "se está produciendo una reducción en los precios de los viajes que se irá materializando según nos vayamos acercando a la temporada de verano". Según dice, la prolongación del estado de alarma por parte del Gobierno afectará a las ventas, pues la recuperación será gradual y habrá un descenso en la demanda respecto a otros años, lo que provocará más bajadas en los precios.
La aerolínea británica easyJet, por ejemplo, ya ha adelantado incluso la venta de la temporada de invierno con precios atractivos para los clientes. Y aunque el miedo a viajar está ahora muy presente, algunos viajeros aprovechan estas ofertas. "Esto es como la Bolsa, se puede arriesgar e invertir cuando los precios están bajos. Hay gente que tiene claro que en verano va a viajar y decide reservarlo y prepararlo ya, ahorrándose una buena parte del presupuesto", explican fuentes del sector.
Evitar que se suspendan viajes
Para ganar margen de maniobra, otra de las estrategias de las agencias de viajes es evitar que los clientes suspendan viajes que aún no han sido cancelados por parte de los operadores o 'vetados' por los países. "Se les está pidiendo que esperen a que se acerque la fecha para tomar una decisión y la mayoría lo entiende y está aceptando", reconoce Gutiérrez. En este sentido, el presidente de la patronal de agencias de viajes celebra que, por el momento, para el mes de mayo aún no se han producido muchas cancelaciones.
Este es el principal problema al que se enfrentan las empresas turísticas: las peticiones de reembolso del dinero que los turistas habían abonado. Muchas compañías están optando por ofrecer bonos para canjear a lo largo del año, con el objetivo de no perder esa liquidez necesaria para esquivar la quiebra. Aerolíneas y agencias de viajes ya han pedido al Gobierno que flexibilice la normativa sobre este asunto para que la devolución de los billetes se realice a través de bonos de viaje (vouchers).
Oleada de ERTEs
Con su negocio en 'stand by', las compañías no han podido evitar la suspensión temporal de empleos. Aerolíneas como Iberia o Air Europa y hoteleras como Meliá o Iberostar ya han anunciado Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) a sus plantillas. En el caso de las agencias de viajes, el 80% de las empresas también lo están haciendo, indica César Gutiérrez. Sin embargo, se trata de lo que fuentes consultadas por este medio denominan como ERTEs "variables", es decir, que no afectan al 100% de la plantilla, pues deben seguir atendiendo a los clientes.
Tal es la incertidumbre sobre el negocio turístico que las agencias temen verse obligadas a realizar reducciones de jornada si el miedo a viajar continúa latente y la demanda no recupera los niveles esperados, relatan las mismas fuentes. En este sentido, están preparándose para los efectos que podría tener el coronavirus no sólo en los próximos meses, sino a lo largo de este año. "El 2020 va a ser un año malo, pero lo importante es tener liquidez para aguantar", sentencia Gutiérrez.