Trabajadores de Ineco han desarrollado durante los últimos años sus funciones en las instalaciones de AENA y con los medios puestos a su disposición por el gestor aeroportuario en virtud de unos contratos adjudicados sin licitación previa y que incluso se han mantenido en vigor una vez finalizados. Se trata de un nuevo capítulo de las particulares relaciones entre la ingeniería pública Ineco y su principal accionista, AENA, cuya situación económica, especialmente por su elevado endeudamiento, ha complicado su privatización parcial hasta el punto de propiciar su cancelación.
En concreto, una de las actividades en las que más se ha dado la citada cesión ilegal de trabajadores ha sido la de gestión de slots aeroportuarios. Después de que AENA se negara a facilitar información sobre esta cuestión a consultoras privadas argumentando que no tenían la condición de interesados, el gestor aeroportuario firmó en 2005 un contrato con Ineco, que careció de su correspondiente licitación, para la realización de estudios relacionados con la coordinación de slots.
Según declaró posteriormente la propia AENA a las autoridades de Competencia, en el marco del proceso por la denuncia presentada por la consultora privada CSt, la información acerca de los slots es una competencia exclusiva del gestor aeroportuario por lo que no puede ser facilitada.
Menos aún podía estar en manos de Ineco, por cuanto la ingeniería pública es una participada de AENA. Sin embargo, oficialmente el contrato firmado en 2005 (por una cuantía de 285.000 euros por el plazo de un año) no existía, ya que se había adjudicado en un proceso sin licitación, como todos los firmado entre ambas durante 2008 y 2009, que reportaron a Ineco ingresos superiores a los 170 millones de euros.
Servicios sin contrato en vigor
En virtud de este contrato, trabajadores de Ineco pasaron a depender directamente de AENA para realizar funciones que ya estaban llevando a cabo empleados del gestor aeroportuario. Además, el contrato se prorrogó durante el siguiente año pero con la particularidad de que la mencionada prórroga se firmó en diciembre de 2006, de acuerdo con la documentación a la que ha tenido acceso Vozpópuli, es decir, cuatro meses después de que hubiera vencido el contrato original.
Durante el periodo comprendido entre agosto de 2006 (fecha de vencimiento del primer contrato) y diciembre de ese mismo año (fecha de renovación del mismo), los trabajadores de Ineco siguieron ejerciendo sus funciones para AENA sin que hubiera ningún documento legalmente válido que sostuviera esas labores.
La historia se repitió en 2007, cuando se renovó por última vez el contrato, también fuera de fecha, sin que los trabajadores de Ineco dejaran de prestar los servicios a AENA.