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Agag intermedia con inversores rusos la compra del equipo español de F-1

Algo se mueve en el paddock en torno a HRT, el equipo español de Fórmula 1. La escudería, adquirida poco antes del pasado verano por el fondo Thesan Capital con la intermediación del Banco Popular, es objeto de deseo desde hace tiempo especialmente por parte de inversores rusos, que lo contemplan como la base ideal para que el circo de las cuatro ruedas protagonice su boom definitivo en el país. Con los rumores apuntando a Gazprom como eje de toda la operativa, el nombre de Alejandro Agag, yerno del ex presidente del Gobierno José María Aznar y propietario de una escudería de GP2, se asoma como intermediario de excepción, un aspecto que también tendría conexión con la misteriosa elección de la Caja Mágica como sede de HRT.

  • Alejandro Agag se mueve con soltura en el mundo del motor

Inversores rusos llevan tiempo con sus focos orientados hacia HRT, la escudería española de F-1. En los albores de un nuevo Campeonato del Mundo, los movimientos se han intensificado en las últimas semanas con protagonistas de excepción. Uno de ellos es Alejandro Agag, un intermediario de lujo teniendo en cuenta sus conexiones con el gran circo de las cuatro ruedas, sus contactos con Bernie Ecclestone, magnate de la competición, y también que HRT es un equipo español.

La escudería es heredera de Hispania, proyecto de  José Ramón Carabante, que el Banco Popular, entidad de cabecera del empresario murciano estrechamente vinculado al sector inmobiliario, terminó por poner en manos de la primera entidad que le hiciera una oferta más o menos decente. La elegida en cuestión fue el fondo Thesan Capital que, obviamente, no llegó a la F-1 para quedarse definitivamente.

Rusia es la mejor situada para terminar por efectuar un abordaje a HRT. Con Europa sumida en una crisis que va para largo, los patrones de la F-1 ven con muy buenos ojos la incorporación de este país como uno de los animadores de la competición, cuya apuesta se concretará con una significativa inyección de capital a la industria. Por lo pronto, cuenta con el sumo interés de Vladimir Putin, un gran aficionado al circo de las cuatro ruedas, con nuevo circuito y futuro Gran Premio. Y un piloto emergente como Evgeni Petrov.

Sólo falta un equipo de mayoría rusa, que está recabando apoyos financieros con un nombre por encima de todos: la energética Gazprom. Los intereses rusos están contando con un aliado como Agag, propietario del equipo de GP2 (la segunda división de la F-1) Barwa Addax.

La misteriora elección de la Caja Mágica

Precisamente, la mano de Agag ha podido dejarse notar en la sorprendente elección de la Caja Mágica como sede para la escudería HRT. La ruptura del contrato que a la instalación con el equipo de baloncesto del Real Madrid la dejaba prácticamente sin más actividad que el Mutua Madrileña Masters de tenis, que se desarrolla a lo largo de algo más de una semana.

Los movimientos del Ayuntamiento de Madrid, que encabeza desde finales del año pasado Ana Botella, para buscar un inquilino culminaron con el “fichaje” de HRT, sorprendente por cuanto las instalaciones no reúnen las condiciones para instalar una escudería de F-1 ni tampoco están cercanas a un circuito. La opción de Montmeló, que se negociaba incluso en los tiempos en que Carabante aún era el dueño de la escudería, era la más lógica pero Hispania y la Generalitat divergían en exceso en cuanto a cifras económicas.

Por el momento, las maniobras de Agag están siendo discretas y se limitan a allanar determinados caminos. Queda por ver cuál será la meta definitiva.

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