El ministerio de Industria está a punto de dar luz verde a Endesa y Enagás para construir una planta energética que permitirá abrir el mercado del gas natural en Canarias. La llegada de José Manuel Soria, nacido en Las Palmas de Gran Canaria, al ministerio de Industria está permitiendo desatascar con cierta agilidad proyectos energéticos de gran envergadura pervistos en las islas desde hace año,s y que el anterior Gobierno socialista ha estado congelando y derivando de ministerio en ministerio.
Repsol puede explorar por fin en aguas Canarias, frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, un proyecto estrella del anterior presidente Alfonso Cortina (1996-2004). En esa etapa, el proyecto levantó asperezas con Marruecos, y el ex presidente José María Aznar dilató las negociaciones, ya que se ponía sobre la mesa como moneda de cambio el reconociemiento del Sahara. Soria está además impulsando las renovables en Canarias, pese a la moratoria en el resto de España, según las palabras de apoyo del ministro a esta fuente de energía para las islas; y ahora está dando un impulso al proyecto del gas en Canarias, por el que se ha estado luchando hace casi diez años.
Los tres proyectos son relevantes porque permitirán abaratar la energía en la región y esto permitirá también recortar costes de la factura eléctrica. Canarias dejará de quemar fuel en grandes volúmenes, que es caro y contaminante, y habría menos costes extrapeninsulares.
El ministro dará en los próximos días las licencias necesarias para que la sociedad encargada de llevar el gas a Canarias empiece las obras (el regulador energético, la CNE, acaba de enviar su informe de vuelta al ministerio) con el fin de que el gas llegue a Canarias a partir de 2015. El proyecto, de 270 millones de euros, se estructura a través de la sociedad GasCan, participada por Endesa, que pose el 47,18%; Enagás, con el 41,92%; y el gobierno de canarias, el 10,9% restante. Esta compañía es la transportista de gas natural constituida para cumplir con la resolución del Parlamento de Canarias. La concesión de las obras de este proyecto se dieron en 2008 a la familia Entrecanales, Acciona, y a Técnicas Reunidas.
Enagás, que construye bajo las directrices que le marca el Gobierno, entró en el proyecto en septiembre de 2011, en la recta final de un largo proceso de solicitudes y licencias medioambientales, y de negociaciones políticas. La empresa que preside Antonio Llardén, propietaria de la instalaciones de transporte y gestor técnico del sistema gasista, adquirió un paquete de casi el 42% de la sociedad, por tres millones de euros, que se encontraban en manos de unos 40 empresarios canarios, ajenos al mundo energético, entre ellos constructores. Entre los nombres más sonados se encontraban Juan Miguel Sanjuán, presidente de la constructora Satocan, con el que la empresa DISA, de Demetrio Carceller, mantiene un pacto de participaciones sindicadas en Sacyr.
Planta de Tenerife
El proyecto del gas en Canarias consta de la construcción de dos plantas. La primera de ella, se ublicará en Tenerife, donde la compañía ya posee el proyecto terminado, pendiente de autorización de Industria; y el segundo, técnicamente idéntico, se ubicará en Gran Canaria, pero su emplazamiento aún no está claro. Los proyectos de las terminales de regasificación constan de un tanque de 150.000 m3 para el almacenamiento de GNL, con una dimensión exterior de unos 77,6 m de diámetro y unos 52 m de unos 52 m de altura y un atraque para recibir buques metaneros de hasta 145.000 metros cúbicos de capacidad. Uno de estos buques, podría dar servicio a Repsol, si finalmente encuentra gas en los yacimientos de Canarias.
Enagás considera "posible" que haya, así como en otros puntos de los Pirineos y en formaciones no convencionales de 'shale gas', aseguró el presidente del grupo. El hallazgo de nuevos recursos podría elevar el volumen de gas transportado por la red de Enagás, que ya ha realizado modificaciones en las plantas de Gijón, Cartagena y Bilbao para cargar el gas en buques y venderlo en el exterior.
