José Luis Olivas ha comunicado a sus consejeros que “no tiene intención de dimitir”. El consejo de la entidad que se celebra hoy no incluirá en el orden del día su dimisión, según han confirmado a Vozpópuli fuentes de su entorno que denuncian que Olivas está recibiendo presiones para que abandone el cargo.
Según esas fuentes la reunión de hoy será de carácter ordinario como se celebra cada jueves a final de mes, aunque ésta ocasión se ha retrasado por la huelga general. En ella, se discutirán las provisiones de la entidad pero en el orden del día no se incluye ningún capítulo de ceses o nombramientos.
Los partidarios de Olivas denuncian las presiones que el actual Presidente de Bancaja está recibiendo para que presente su dimisión y aseguran que dos diarios han publicado ya una dimisión inexistente. Por el contrario, consejeros de BFA desmienten esas presiones y aseguran que Rato y Olivas no han hablado desde hace meses y que “nadie está moviendo la silla” del actual dirigente de la entidad.
La Generalitat Valenciana opta por no intervenir
El President de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ha transmitido a algunos consejeros que no forzará la renuncia de Olivas. La Generalitat considera que el Presidente tiene apoyos suficientes como para que no se ponga en cuestión su permanencia en el cargo por el momento.
Sin embargo, esa posición puede no ser inamovible ya que el Banco de España está todavía pendiente de resolver el expediente del Banco de Valencia. Si finalmente opta por emprender acciones disciplinarias a los antiguos gestores de la entidad (Olivas también presidió ese banco hasta una semana antes de su intervención) ese aval político podría extinguirse.
Los reproches de BFA a Olivas
BFA-Bankia acumula una lista de agravios contra Olivas que explican las presiones para forzar su salida. Según fuentes de BFA, Olivas ocultó a Rato la financiación del gobierno Camps. El presidente valenciano autorizó la inversión en los llamados bonos patrióticos de la Generalitat Valenciana, una operación que supuso que Bancaja no actuara como mero intermediador sino que asumiera la compra de 200 millones de esos bonos. Otros 200 millones de euros entraron en el balance de Bankia vía Banco de Valencia, entidad que también presidía Olivas. En total, 400 millones de euros de gasto.
La segunda acusación de “ocultación” a Olivas se completa con las maniobras que han envuelto su salida del Banco de Valencia. El día en que se oficializó su salida del Banco de Valencia, se reunió también el consejo de Bancaja sin informar a la dirección de Bankia. La reunión iba a ser entendida como un “movimiento concertado” –afirman fuentes de la entidad madrileña—así que Antonio Tirado (vicepresidente tanto de Bancaja como del Banco de Valencia) propuso “alterar las actas de la reunión” para que constara como hora de comienzo las 16:00h, es decir, antes de que Olivas presentara su dimisión. Los representantes del PSPV y de CC.OO. se opusieron a manipular las actas. El movimiento ha trascendido ahora y ha roto definitivamente la confianza entre los socios madrileños y valencianos de Bankia.