Rodrigo Rato ha puesto su cargo a disposición del Gobierno, según ha podido saber Vozpópuli. El firme candidato a sustituirle es José Ignacio Goirigolzarri, exconsejero delegado del BBVA.
En un comunicado, Rato ha informado de que propondrá la designación de Goirigolzarri ante la junta de accionistas de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), por entender que es "la persona más adecuada para liderar el proyecto en estos momentos". "He decidido pasar el testigo a un nuevo gestor por estimar que es lo más conveniente para esta entidad", ha anunciado Rato, que da por finalizada su etapa tras dos años al frente de la entidad, a la que llegó después de una experiencia en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que también abandonó de forma precipitada.
El exvicepresidente del Gobierno ha dicho que "voy a proponer a la junta de BFA la designación de D. José Ignacio Goirigolzarri como consejero del banco. Igualmente (...) propondré que designen a José Ignacio Goirigolzarri como presidente ejecutivo de BFA y Bankia, por entender que es la persona más adecuada para liderar este proyecto en estos momento".
Repaso a su trayectoria
El economista y político ha hecho un repaso a su nadadura como presidente, primero de Caja Madrid y luego de BFA y Bankia: "desde que en febrero de 2011 Bankia emprendiera su andadura oficial, en sólo cinco meses logramos sacarla a bolsa en la mayor Oferta Pública de Suscripción (OPS) registrada ese año en todo el sistema financiero mundial, operación que supuso un reforzamiento patrimonial de más de 3.000 millones de euros. Actualmente, la ratio de core capital de Bankia se sitúa en el 10,6%", una ratio que sin embargo podría verse afectada si se dan las pérdidas inmobiliarias, tal y como informaba la semana pasada Vozpópuli.
La continuidad de Rato era uno de los puntos más polémicos para el futuro de Bankia
En diciembre de 2011 presenté el Plan Estratégico de la entidad hasta 2015 que permitirá al Banco consolidarse como uno de los cuatro líderes financieros españoles. Pese a las condiciones adversas del mercado y las dificultades añadidas de todo proceso de fusión, en 2011 Bankia conseguió unos beneficios de 309 millones de euros, además de haber adelantado más de 1.200 millones de euros de provisiones; Bankia ha reestructurado su red de oficinas con el cierre de 800 sucursales. Ha realizado un ajuste de plantilla equivalente al 25% de todo el sector financiero español.