Abengoa ha puesto en marcha una batería de medidas para reducir sus costes, entre las que se incluye la cancelación unilateral de los pagos de los bonus correspondientes a 2015 a los directivos o la disminución del número de viajes.
Asimismo, la compañía estudia otras medidas que puedan contribuir a la reducción de los gastos, con el objetivo de concentrar los recursos en las actividades que crean valor para el grupo.
Fuentes cercanas al proceso de reestructuración de la compañía han señalado a Efe que el programa de contención de costes también abarca la eliminación de consejos de administración y reducción del número de consejeros en las filiales y la revisión de las facturas telefónicas.
Pendiente del plan de viabilidad
En estos momentos, Abengoa está volcada en perfilar el plan de viabilidad aprobado el pasado lunes por el consejo de administración, que dibuja una compañía más pequeña y rentable, y que todavía está pendiente de ser presentado a los bancos. El plan prevé que Abengoa se centre en las actividades de ingeniería y construcción y que se desprenda de los activos "no fundamentales" -incluida la línea de biocombustibles de primera generación-, con lo que sus ingresos rondarán los dos tercios de los registrados en 2014.
El plan prevé que Abengoa se centre en las actividades de ingeniería y construcción y que se desprenda de los activos "no fundamentales"
Al mismo tiempo, el consejo de administración acordó iniciar conversaciones con los acreedores para la reestructuración de su deuda, que roza los 9.000 millones de euros y que quiere reducir a unos 3.000 millones, ya sea mediante quitas, renegociaciones o capitalizaciones. A corto plazo, las negociaciones se centran en el desbloqueo de una línea de liquidez para afrontar los pagos urgentes hasta que finalice el plazo del preconcurso a finales de marzo, que rondaría los 165 millones de euros.
Este crédito de los fondos titulares de bonos de la compañía prevé cerrarse a finales de esta semana o principios de la próxima.
Abengoa presentó el preconcurso de acreedores en noviembre del pasado año ante su elevado endeudamiento, sobre el que tiene que llegar a un acuerdo con sus acreedores antes del 28 de marzo para evitar la que sería la mayor insolvencia de la historia de España.
