Tanto Caixabank como Banco Popular sopesan la posibilidad de llevar a Bankia ante los tribunales ante la sentencia del Tribunal Supremo, que afirma que el folleto de la salida a Bolsa era engañoso y no reflejaba la imagen fiel de la entidad. Ni Isidro Fainé ni Ángel Ron han tomado aún una decisión y están a la espera de conocer al detalle la sentencia, que se publicará durante los próximos días.
"Muerto el perro, se acabó la rabia", señaló Josep Oliu, presidente de Sabadell, quien descarta acudir a la vía civil
Ahora estamos a la espera de analizar la sentencia y, en función de ello, tomaremos las decisiones oportunas y lo comunicaremos en su día", según ha señalado el presidente de Banco Popular durante la rueda de prensa de resultados anuales correspondientes al ejercicio 2015. El banco invirtió en su momento (julio de 2011) unos 43 millones de euros, que tras la venta de la participación resultó en unas pérdidas contables de 29 millones de euros. En el caso de Caixabank, la entidad presidida por Isidro Fainé no descarta por el momento acudir a la vía judicial. En su momento la inversión rondó los 100 millones de euros, que a la luz de la sentencia del Supremo podrían ser objeto de reclamación civil por parte de la entidad catalana.
Quien sí tiene descartado por el momento cualquier reclamación vía tribunales es Banco Sabadell. Su presidente, Josep Oliu, se mostró contrario a emprender cualquier acción legal pese a la ratificación por parte del TS de las irregularidades de la OPS de Bankia. Tal como reconoció, ya en su momento se llevó a cabo la desinversión del paquete accionarial de la entidad nacionalizada, por lo que en su opinión carecería de sentido iniciar una vía judicial por el caso: "Muerto el perro se acaba la rabia", sentenció.
Fuertes provisiones por Abengoa
Las entidades bancarias que han presentado resultados han coincidido, como ya hiciera la pasada semana Bankinter, en reconocer las fuertes provisiones que han tenido que dotar para provisionar las posibles pérdidas provocadas por Abengoa. Aunque ninguna de éstas ha detallado la cifra provisionada (debido a que por un lado la compañía es cliente y a la vez se están desarrollando las negociaciones para evitar el concurso de acreedores), todas han manifestado que el esfuerzo para cubrir posibles deterioros ha sido importante.
"Estamos llevanco negociaciones proactivamente con Abengoa y el resto de bancos para garantizar la continuidad de la empresa", ha asegurado Gonzalo de Gortázar, consejero delegado de Caixabank, quien ha evitado concretar cifras por motivos de "confidencialidad". A este respecto, el presidente, Isidro Fainé, ha señalado que de aplicarse al final cualquier tipo de quita ésta solo sería tras una decisión consensuada con todas las partes implicadas, por lo que optó por no anticipar escenarios más allá de mostrar su apoyo a Abengoa, "una empresa a la que hemos ayudado mucho".
Para Caixabank esta no sería la provisión por deterioros más importante del año. Y es que la caída en Bolsa de Repsol y el anuncio de la petrolera de realizar una provisión de 2.900 millones de euros ante la caída del precio del crudo ha obligado al banco (que controla cerca de un 12% del accionariado) a provisionar por su parte un 12,14%, de forma que ha impactado de forma negativa en la cuenta de resultado por un importe de 342 millones de euros, de los que 142 han afectado a los ingresos. En su conjunto, las participadas de Caixabank, otrora la joya de la corona, originaron un resultado negativo de 127 millones de euros a las cuentas de la entidad.